Vitoria. Febrero se presenta cargado de citas importantes. El mes que hoy arranca empezará a dilucidar parte del panorama político vasco de los próximos meses, sobre todo en lo que se refiere al espectro ideológico de la izquierda abertzale.

Será a lo largo de la primera quincena cuando, tal y como han hecho público desde la izquierda abertzale histórica, se registre ante el Ministerio del Interior y se presente en público la nueva formación de la izquierda abertzale histórica. Además, según ha podido saber este periódico, este mismo mes tendrá lugar una marcha que promueven distintos agentes de la sociedad vasca para reclamar al Gobierno español la legalización de este sector político.

Pese a los movimientos de PSOE y PP en las Cortes españolas, donde han subido el listón legal que marca la Ley Orgánica del Régimen Electoral General para evitar "agujeros" por donde la izquierda abertzale tradicional pudiera "colarse", esta formación ya anunció que presentará una formación al uso que "cumplirá" la legalidad. Ayer mismo, el dirigente de este sector Txelui Moreno expresaba en Info7 Irratia que están "confiados en que la legalización va a llegar" y dijo estar "trabajando para ello".

"No puede ir mucho más allá" Moreno afirmó que la legalización "no es una cuestión sólo y exclusivamente de la izquierda abertzale", sino que "es una necesidad de la ciudadanía vasca, de Euskal Herria en su conjunto, incluso de los votantes de otras formaciones políticas, que, si son demócratas, no pueden aceptar que haya mayorías que no son las reales auspiciadas por la ciudadanía vasca". Cuestionado sobre cuándo registrarán la nueva marca, se reafirmaba en lo que el día anterior había señalado Rufi Etxeberria al ubicar la puesta de largo del nuevo partido en los próximos quince días: "No puede ir mucho más allá".

Esta petición de legalización vendría acompañada por una marcha que busque plasmar en la calle el apoyo a una demanda de refrendo jurídico que ha superado a la propia izquierda abertzale. De hecho, varios de los organizadores, entre los que se encuentran diversos agentes sociales y culturales del país, ya se pusieron en contacto en diciembre con miembros de PSE y PNV para conocer su disposición a secundar la marcha.

La respuesta inicial de socialistas y jeltzales fue bastante fría, por lo que habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos hasta que tenga lugar la manifestación que, según se prevé, sería después del registro del nuevo partido.

Aun así y con más o menos matices, el dirigente del PSE Jesús Eguiguren o el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, por ejemplo, se han posicionado públicamente a favor de que la formación de la que Arnaldo Otegi era portavoz sea legal. Además, también han valorado que esta circunstancia podría resultar "positiva" para el devenir del proceso que se ha abierto desde que ETA declarara el alto el fuego "permanente", "de carácter general" y verificable.

Lema y manifiesto Dos de los puntos significativos de toda reivindicación son el lema de su cabecera, Bakea eta legalizazioa, y el manifiesto que suscriben los participantes que concurren en ella.

En cuanto al primero y por petición del representante socialista, además de a la legalización, el lema tendría que hacer referencia a la paz.

De esta manera, los impulsores aspiran a que sea una manifestación "plural", que no incomode a aquellos agentes políticos menos habituales en marchas que tengan relación con la izquierda abertzale y cuya legalización se pide.

Algo similar a lo que ocurre con el lema sucede con el manifiesto, ya que el objetivo es el de aunar al mayor número de sensibilidades favorables a que todas las formaciones estén en el tablero electoral.

Estos dos aspectos no son baladí, ya que en una de las últimas reivindicaciones multitudinarias, la organizada por Adierazi EH! en Bilbao en octubre de 2010, el comunicado que se leyó al término de la marcha fue motivo de controversia entre los distintos agentes que acudieron.

Los organizadores pretenden que esta marcha concite un seguimiento plural similar al que logró la del 17 de septiembre de 2009 por las calles de Donostia cuatro días después de que Arnaldo Otegi y otros miembros de la izquierda abertzale histórica o la de Adierazi EH, cuando miembros del PNV como los presidentes del Gipuzko Buru Batzar, Joseba Egibar, y del Bizkai Buru Batzar, Andoni Ortuzar, asistieron en ambas ocasiones.

A este escenario que se dibuja para febrero se sumarán acontecimientos de otros agentes como los gobiernos o la justicia, que empezarán a definir el escenario electoral de cara a una cita con las urnas que quien más o quien menos ya tiene como principal objetivo.