Vitoria. El ex presidente del Gobierno José María Aznar reclamó ayer una "profunda reforma" del actual modelo territorial de Estado que justificó en tres razones: "Seguir contando en Europa; asegurar la sociedad del bienestar; y hacer plenamente vigente la Constitución de 1978". A su entender, España no puede mostrarse hacia el exterior como un territorio "fragmentado, enfrentado e inseguro" ni puede competir en Europa y en el mundo "con unas comunidades autónomas aspirando a convertirse en mini-Estados". Para él y con el argumento exclusivamente económico, es el Estado quien debe hacerse fuerte a través del pacto de los dos grandes partidos (puso el ejemplo alemán) y de espaldas a la izquierda y a los nacionalistas. "Me cuesta recibir lecciones de autonomismo de los que no han dejado de proclamar que el modelo autonómico de la Constitución es una fórmula caduca. Me refiero al nacionalismo independentista y a la izquierda que ha buscado el desbordamiento de la Constitución para imponer por la puerta de atrás una fórmula confederal", sentenció.

Aznar, respaldado por la número dos del PP, Maria Dolores de Cospedal, hizo estas manifestaciones en la presentación del informe de FAES Por un Estado autonómico racional y viable. El expresidente del Gobierno ve "inaplazable" llevar a cabo un debate serio y profundo sobre el Estado autonómico y quiso dejar claro que no se trata de un asunto local sino que es un asunto de "política nacional y europea, puesto que en el nuevo contexto europeo, con exigencias perentorias, el rendimiento económico e institucional de España debe mejorar sustancialmente".

Para el mandatario popular las Comunidades Autónomas "no son un problema" sino que "tienen problemas" que hay que resolver. Se refería básicamente a su solvencia y a sus niveles de déficit lo que, según él, lastra la competitividad del conjunto del Estado.

bienestar El segundo pilar de su argumentario es el de la defensa del estado del bienestar. Al respecto recordó que las Autonomías son las responsables de gestionar las principales políticas de bienestar, políticas que hay que "asegurar a futuro" imponiendo desde el centralismo los criterios de gasto. En este contexto, volvió a criticar a los que, frente al Estado autonómico, "exhiben su nostalgia premoderna por fórmulas confederales" o los que trabajan "a favor de un Estado residual". Todas ellas, ha proseguido, son "apuestas políticas temerarias y empobrecedoras", que defienden "minorías locales o políticas, no mayorías sociales. Aznar sentenció que España necesita "un Estado capaz de asegurar las reglas del juego; la igualdad ante la ley; las políticas de cohesión; el acceso de todos los ciudadanos en condiciones de igualdad; y los derechos y libertades de todos los españoles". Por eso, recalcó, "la tercera razón para reformar el Estado autonómico es hacer plenamente vigente la Carga Magna".