MADRID. Así lo ha manifestado Gaizka Iturbe, engrasador del 'Alakrana' y uno de los cuatro secuestrados que ejercen la acusación particular en el procedimiento, durante la primera sesión del juicio que se sigue contra los presuntos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias 'Abdu Willy', y Raageggesey Hassan Aji, que se enfrentan a sendas penas de 220 años de cárcel.

Iturbe, que ha tenido que interrumpir su declaración por el estado de nervios en que se encontraba, ha señalado que el primer momento en que temió seriamente por su vida se produjo cuando los dos acusados fueron capturados por la fragata 'Canarias'. "Uno, que estaba histérico, cargó el arma y no no nos mató porque el otro le puso la mano. Fue la primera vez que ví pasar la muerte por delante", ha afirmado.

El segundo momento del que tiene peor recuerdo se produjo cuando los secuestradores empezaron a separarlos en grupos de tres y les advirtieron de que serían puestos a disposición de las familias de los acusados para que les "lincharan e hicieran lo que quisieran" con ellos si el Gobierno español no accedía a sus "exigencias".

"Encima del puente se puso un señor con un bazooka, con un lanzagranadas, cargó el arma y nos disparó por encima de nuestras cabezas. Cuando terminó volvió a hacer lo mismo con una ametralladora", ha relatado el marinero entre lágrimas y visiblemente afectado.

VIOLACIÓN DE UNA NIÑA

El testigo se ha derrumbado cuando ha descrito la situación del buque ucraniano 'Ariana', al que el 'Alakrana' se acercó para facilitar combustible. Según ha explicado, en la embarcación, que también estaba secuestrada, se encontraban una mujer con un bebé que "pedía a gritos que la ayudáramos" y una niña de 14 años. Les intentaron ayudar facilitándoles comida, medicamentos y maicena para el pequeño pero los piratas no les dejaron. "Nos enteramos a los días que el bebé murió de hambre y la niña de 14 años fue violada", ha agregado Iturbe.