bilbao. El acuerdo presupuestario suscrito entre el PNV y el Gobierno español supuso un hito para el desarrollo del Estatuto de Gernika, un compromiso firme para su cumplimiento íntegro que ya ha dado sus primeros frutos y que en alrededor de un mes cosechará otro más. Según han informado a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes próximas a la negociación, la comisión bilateral conformada el 17 de noviembre para concertar la llegada a la CAV de las competencias pendientes celebrará el próximo día 26 una reunión en la que se cerrarán los últimos flecos pendientes para hacer efectivo el traspaso de la Inspección de Trabajo. Esta materia, de suma relevancia por su carácter de complemento instrumental imprescindible para la eficacia de las políticas activas de empleo, pasará así a manos del Gobierno Vasco previsiblemente en el mes de febrero, cuando se espera que se reúna la Comisión Mixta de Transferencias para rubricar este nuevo acuerdo entre jeltzales y socialistas en Madrid.
Las negociaciones entre ambas partes avanzan en buena sintonía, según las fuentes consultadas por este periódico. Socialistas y jeltzales mantienen permanentemente el contacto y el intercambio de documentos también es constante; se trabaja con agilidad. Algo fácil de deducir al haberse cumplido el plazo marcado en la constitución de la comisión bilateral PNV-PSOE para el cierre de la Inspección de Trabajo. En ese momento, las partes ya tenían prácticamente acordado todo lo referente a esa materia. Las cuestiones de índole política y también las jurídicas ya se habían estudiado y el consenso en esos aspectos era ya un hecho. El acuerdo estaba hecho, a excepción de algunos aspectos técnicos cuyo análisis, dijeron entonces, podría llevar un par de meses. Dieron en el clavo. El día 26, los diputados Aitor Esteban, Emilio Olabarria y el miembro del EBB Iñaki Goikoetxeta, por el PNV, y el secretario de Estado para la Cooperación, Gaspar Zarrías, el secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, y el diputado Txiki Benegas, por el PSOE, cerrarán esos últimos flecos.
Ajuste contable Se trata de rematar el ajuste contable de la transferencia, los aspectos relativos a adaptar el personal que hasta ahora ha formado parte de la Administración General del Estado a la escala de funcionarios del Gobierno Vasco y el traspaso de los bienes materiales, los equipamientos y edificios propiedad del Ejecutivo español, que pasarían a manos de la CAV.
Son todas ellas cuestiones de índole técnica en las que no cabe posibilidad de desacuerdo, por lo que la transferencia quedará totalmente cerrada y lista para que el Gabinete de Patxi López sólo tenga que poner su firma en ella para hacerla efectiva, algo que ocurrirá previsiblemente en el mes de febrero.
Así, el Gobierno Vasco asumirá ese mes -podría ser incluso, a principios del mismo- las funciones que corresponden a la Inspección de Trabajo, como son la vigilancia del cumplimiento de las normas legales en los ámbitos de prevención de riesgos laborales y la ordenación del trabajo y relaciones sindicales, o también el arbitraje, conciliación y mediación en los conflictos laborales y las huelgas.
Además, se hará cargo también de la asistencia técnica que comprende, entre otras cuestiones, facilitar la información técnica a empresas y trabajadores en el ejercicio de la función inspectora o el control de las ayudas y subvenciones públicas. Es decir, las tareas que hasta ahora desarrollaba el Ministerio de Trabajo en esta materia.
calendario marcado La reunión de la comisión bilateral -la segunda que se celebra hasta ahora- servirá también para el establecimiento de un calendario de reuniones con una periodicidad marcada que impida que las negociaciones se retrasen y no sea posible cumplir los compromisos establecidos en el acuerdo presupuestario. Un pacto que recogía el traspaso de nueve competencias en el primer semestre de este año y de otras ocho en el segundo semestre.
Para que esas previsiones se ejecuten a su debido tiempo, la periodicidad a fijar podría ser quincenal, de manera que se mantenga la tensión negociadora, que no se pierda el ritmo en las conversaciones. Así al menos lo esperarían desde el PNV -"El tiempo va corriendo, hay una serie de acuerdos y hay que completarlos", explican desde ese partido-, cuya intención es la de ir cerrando periódicamente los traspasos, sin esperar a apurar el plazo. "Si podemos en unos momentos menos, menos, y si podemos en otros momentos más, más. Lo que tiene que ser es un trabajo sin pausas", señalan desde la formación que lidera Iñigo Urkullu. Es decir, que los jeltzales pretenden que las transferencias se vayan produciendo en un goteo constante y no como un paquete completo en una única vez. Un sistema que permitiría también a la Administración vasca una adaptación progresiva a sus nuevas responsabilidades. De hecho, la intención de la delegación abertzale en la comisión bilateral, según fuentes del PNV consultadas por DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA, es que el paquete transferencial previsto para este primer semestre se haya traspasado ya al Gobierno Vasco antes de la celbración de las elecciones de mayo. Porque, apuntan esas mismas fuentes, de esa forma las dos partes podrían así empezar a trabajar con tiempo para preparar las transferencias que quedarían por abordar en los últimos seis meses del año. Ese adelanto temporal conllevaría que la llegada de nuevas competencias previstas apra el segundo periodo pudieran incluso empezar a hacerse efectivas para el mes de octubre.
Esa es la previsión realizada por el PNV, que ya el día de la constitución de la comisión bilateral apuntaba, por boca de su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, que esperaban que este grupo "trabaje con seriedad, con rigor y con celeridad". Lo que es lo mismo: que funcione con eficacia y tenga resultados cuanto antes.
En esos resultados también se incluirá el traspaso de materias contempladas en el Estatuto pero que no se integraron específicamente en el texto del acuerdo rubricado por socialistas y nacionalistas el pasado 15 de octubre. Ese día, el presidente del Euzkadi Buru Ba-tzar, Iñigo Urkullu, y el portavoz del Grupo Vasco, Josu Erkoreka, ya dejaron claro al presentar el pacto alcanzado ante la prensa que el compromiso existente de estudiar algunas de las transferencias más polémicas en los últimos años -como la del régimen económico de la Seguridad Social- se extendía también a otras de menor calado y que no se citaban textualmente en el documento suscrito entre las dos partes durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para este año.