Vitoria, 12 ene (EFE).-Iratxe Gaztelu, una de las personas imputadas en la presunta trama de cohecho de Álava, ha defendido hoy su inocencia ante la comisión del Parlamento Vasco que investiga estos presuntos delitos, en la que se ha negado a responder a las preguntas de los parlamentarios.

Gaztelu era una de las administradoras de Kataia Consulting S.L, empresa presuntamente implicada en la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria, en la que están procesados representantes del PNV alavés. En la misma, también está imputado su marido, Koldo Otxandano, ex director financiero del Parque Tecnológico de Miñano.

Gaztelu ha entrado a la comisión acompañada por su abogado y ha permancido en ella cerca de veinte minutos. A su salida, ha facilitado una nota a los periodistas en la que se recoge un extracto de su comparecencia.

En ella, precisa que ha pedido que no se le formulasen preguntas atendiendo "al derecho fundamental a no prestar declaración", al considerar que su "derecho constitucional a la defensa en una causa penal debe prevalecer frente al derecho a la investigación parlamentaria".

No obstante, ha explicado que ha accedido a acudir "por ser una obligación ciudadana y legal y por respeto a la institución", aunque ha insistido en que su testimonio no es imprescindible dado lo limitado" de su "conocimento sobre el objeto de esta comisión".

"Para mí, esta comparecencia significa una oportunidad para proclamar mi inocencia respecto a las graves acusaciones que contra mi persona se siguen en el juzgado y que se han aireado ante la opinión pública", ha asegurado Gaztelu, imputada por los delitos de cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales.

Tras señalar que ella y su marido han pedido el sobreseimiento de la causa, ha subrayado que nunca ha tenido relación con el Departamento vasco de Cultura, que adjudicó de manera presuntamente irregular contratos a empresas investigadas.

Además, ha negado haber sido adjudicataria de contratos por parte de ningún departamento del Ejecutivo de Vitoria, así como haber prestado servicios para ellos. También ha manifestado que desconoce "totalmente los mecanismos de control de las empresas públicas".

Antes que Gaztelu ha pasado por la comisión el ex viceconsejero de Cultura, Gurutz Larrañaga, también imputado en la causa. Ha permanecido veinte minutos en la comisión y no ha trascendido si ha accedido o no a declarar, ya que lo que ocurre dentro de este órgano es secreto.

Hasta el momento, tres de los llamados a declarar no han acudido a la comisión. El viernes se espera la presencia de la ex consejera de Cultura, Miren Azkarate.

En relación a la negativa a asistir, la parlamentaria del PNV María Eugenia Arrizabalaga ha explicado en un comunicado que su grupo ha pedido que se les remita copia de todas las citaciones y comunicaciones realizadas por el presidente de la comisión, Juanjo Agirrezabala (EA), así como de las que se puedan efectuar en el futuro.

Ha recordado que, mientras que Agirrezabala asegura que las citaciones se han formulado en tiempo y forma, varias de las personas afectadas afirman que "no han recibido comunicación por escrito alguna".

Ha insistido en que su grupo cree que las personas "debidamente citadas" deben comparecer, aunque ha dicho que comprende "la situación de absoluta indefensión pública en la que se encuentran muchos de los imputados".

Por ello, ha hecho hincapié en que "no tiene nada que ver negarse a comparecer con no comparecer por no haber sido debidamente citado".

Además de esta presunta trama, la comisión investiga otra de espionaje político, en la que están imputados dos ertzainas.

Precisamente, estos dos agentes, según han confirmado a Efe fuentes parlamentarias, han enviado una carta a la Presidencia del Parlamento Vasco en la que denuncian que en la página web de la institución se hayan publicado sus nombres junto al día y la hora en la que están llamados a comparecer.

Ambos han pedido que no se les fotografíe cuando acudan a la comisión. Las mismas fuentes han explicado que, con anterioridad a su solicitud, se estaba barajando ya prohibir que se les hagan fotografías, atendiendo a "lo delicado" de su trabajo. EFE