elena urabayen

vitoria. Aralar zanjó ayer las dudas que pudieran existir sobre su posición ante una eventual integración de la antigua Batasuna en Nafarroa Bai para concurrir a las elecciones de mayo. El partido de Patxi Zabaleta anunció que da "por cerrada" dicha posibilidad de integración al existir discrepancias en temas clave, y al no haber "confianza" como para llegar a acuerdos electorales.

Tras varias reuniones bilaterales mantenidas desde hace un mes y medio -entre seis u ocho, según apuntó Txentxo Jiménez-, en las que Aralar ha mantenido que no se debía crear una nueva formación política para acoger a la izquierda ilegalizada, sino que la misma tenía que integrarse en NaBai, los partidos no han llegado a un consenso y, finalmente, cada uno seguirá su camino: Aralar trabajará en NaBai, y la izquierda abertzale tradicional continuará labrando un bloque de fuerzas de izquierdas y abertzales. Cabe destacar que, desde el principio, la petición de la antigua Batasuna no era entrar en la coalición navarra, sino que instó a EA y Aralar a alcanzar un acuerdo, sin incidir en el sujeto, pero sin pedir tampoco de modo expreso su integración en la fórmula.

Con la decisión de ayer, Aralar deja en el tejado de EA la posible defensa de la incorporación de la izquierda abertzale en NaBai, aunque la correlación de fuerzas existentes dentro de la coalición da prácticamente por zanjada la posibilidad de incorporación, ya que los independientes ya reclamaron en su documento de principios, hecho público en noviembre, el "compromiso expreso" de la no inclusión de la antigua Batasuna -aunque Uxue Barkos en las últimas declaraciones se había mostrado más abierta a esta posibilidad-, al tiempo que la postura del PNV tampoco es favorable a la incorporación, ya que defiende que el proyecto de la izquierda abertzale tradicional y el de NaBai son diferentes.

Txentxo Jiménez, Aritz Romeo y Asun Fernández de Garaialde, en nombre de Aralar, consideraron que la decisión tomada por la Ejecutiva se sustentó en que los planteamientos de uno y otro "están muy distantes", y en que la antigua Batasuna no ha mostrado, "en ningún momento, ni en público ni en privado", una "disposición real" a integrarse en Nafarroa Bai. En este sentido, Jiménez defendió que el planteamiento de la izquierda ilegalizada siempre fue el de la ruptura de la coalición. "Si de aquí a mayo Batasuna pidiera la entrada en NaBai en los mismos términos en que lo ha hecho hasta ahora, Aralar no podría defender su entrada en la coalición", apuntó Jiménez, que no quiso desvelar cuáles han sido los puntos de discrepancia insalvables a los que se refirió. El coordinador de Aralar en Nafarroa, no obstante, aclaró que no se trata de un veto y afirmó que, pese a esta decisión, mantienen el compromiso de seguir trabajando por la normalización y la pacificación. La izquierda ilegalizada, por su parte, mostró su sorpresa ante la postura de Aralar y pidió a este partido que explique cuáles son esas diferencias a las que alude para justificar la ruptura. "Pedimos que expliquen cuáles son las diferencias clave en temas importantes a las que se refieren. ¿Dónde están las dificultades para alcanzar un acuerdo programático? Que expliquen a la opinión pública y a su militancia con detalle en qué no están de acuerdo", señaló en un comunicado.

Asun Fernández de Garaialde, Txentxo Jiménez y Aritz Romeo. Foto: efe