madrid. Tres días después de ofrecer una rueda de prensa en la que dio detalles de su baja del Partido Popular, Francisco Álvarez-Cascos reapareció ayer en diferentes medios de comunicación para continuar el culebrón en el que se ha convertido su adiós de las filas populares. Sin dar pistas de su futuro electoral, el exministro en los Gobiernos de José María Aznar lanzó un dardo envenenado a la cúpula de su ex partido, concretamente a los encargados de diseñar la estrategia de Rajoy. Una línea de actuación que, según el político asturiano, puede costar cara a Génova en su camino hacia La Moncloa.

El PSOE acusa al presidente del PP de afrontar la crisis económica desde la barrera, sin aportar ideas e iniciativas que puedan ayudar a la recuperación. Un sentir que el mismo Álvarez-Cascos dejó patente. "El PP, ante el desastre de resultados del Gobierno de España, tiene la obligación política, como alternativa, de asegurar la victoria en las elecciones. Las victorias no se resuelven sentados en un sillón esperando, como dicen algunos expertos en Génova, que el tsunami de votos les lleve al éxito. Estamos en la pretemporada y lo que hay que hacer es asegurarse que cuando llegue el momento las cosas se hagan suficientemente bien", aseveró en una entrevista en Onda Cero.

Antes, en RNE, Cascos no quiso desvelar si se presentará a las elecciones autonómicas en Asturias a través de un nuevo partido o liderando otras siglas ya existentes, aunque destacó que "cualquier posibilidad puede ser interesante para defender el orgullo" de ser asturiano. "Usted dice un partido nuevo, pero podría, también, preguntarme si voy a crear la Sociedad de Amigos del País de Asturias, siguiendo la tradición de la época de Jovellanos", aseveró.

El ex dirigente popular explicó que aún no ha hecho cálculos de calendario y que no se ha decidido por ninguna opción. "No he hecho ningún comentario, reflexión o pensamiento más, que lo que expresé en público", apostilló. Cascos analizó los resultados electorales del PP de Asturias y clarificó que en el año 2000 ganaba por nueve puntos al PSOE, en 2004 prácticamente empató con él y en 2008 perdió por cinco puntos: "El PP de Asturias, en diez años, ha perdido catorce puntos de espacio electoral y dos escaños con relación al Partido Socialista. Lo que beneficia al Partido Socialista es que el PP de Asturias tenga ya el récord de derrotas consecutivas en diez años. El que tiene perdidas las elecciones es el PP actual". "Esta realidad, al margen de las circunstancias personales de Cascos, es el problema que preocupa a los asturianos, por el que se han movilizado y el motivo por el cual se sienten menospreciados por no haber sido oídos en sus reivindicaciones de transformar el partido del PP asturiano de un partido sumamente degradado en uno ganador", argumentó.