MADRID. El estudio del CIS, elaborado entre el 1 y el 13 de diciembre, en plena crisis del euro y de la deuda soberana, apunta también que el desempleo es el principal problema de España para el 78,6 por ciento de los ciudadanos, lo que mejora la percepción que se tenía un mes antes, cuando era citado por el 79,5 por ciento.

La preocupación por los problemas de índole económica, sin embargo, se incrementa notablemente casi en cuatro puntos y es mencionada por el 52 por ciento.

En esta ocasión, además de las preguntas fijas habituales, el CIS ha pulsado la opinión de los españoles sobre las expectativas que tienen en el año que acaba de comenzar y sobre el futuro de la sociedad española en general.

A este respecto, el 40,5 por ciento piensa que las cosas le irán mejor este año, el 16 por ciento cree que le irán peor y el 33,8 por ciento considera que le irán igual.

Personalmente, al 54,9 por ciento de los encuestados las cosas le han ido "bien" o "muy bien" en 2010 y al 21,5 por ciento le han ido "mal" o "muy mal".

El 44,2 por ciento de los ciudadanos presiente que 2011 será "un año lleno de incertidumbres", mientras que el 39 por ciento ve que será bastante parecido a 2010 y sólo el 12,8 por ciento cree que estará "lleno de oportunidades".

Más de la mitad de la población, en concreto el 51,3 por ciento, estima que hay que sacrificarse en el presente pensando en el futuro, aunque un 23,2 por ciento prefiere vivir al día porque el futuro es demasiado incierto; el 21,3 por ciento, en cambio, confía en el futuro "porque al final las cosas salen bien".

Con la mirada en este ejercicio, el 69 por ciento se declara "mucho" o "bastante" preocupado, si bien también hay otro 52,3 por ciento que asegura estar "mucho" o "bastante" esperanzado.

Suman 45,6 por ciento quienes han entrado en este año "poco" o "nada" esperanzados, aunque el 56,6 por ciento asegura estar "mucho" o "bastante" tranquilo.

Para el 51,1 por ciento es bueno que las cosas cambien, incluso aunque se genere un cierto desorden, y para el 42,2 por ciento es bueno que se mantenga el orden, aunque se limite algo la libertad.

Preguntados por 2011, sólo el 7,3 por ciento de la ciudadanía espera que el problema de las pensiones mejore este año, frente al 62,3 por ciento que vaticina un empeoramiento.

Pesimistas son también los españoles sobre el desempleo (el 49,8 por ciento indica que empeorará y sólo el 21,2 por ciento augura una mejoría), la seguridad ciudadana (el 50,4 por ciento frente al 14,6 por ciento de optimistas), la inmigración (el 49,3 por ciento frente al 15,4 por ciento) o la vivienda (el 40,8 por ciento frente al 19,9 por ciento).

De hecho, sólo en uno de los parámetros consultados por el CIS triunfan los optimistas: el terrorismo, que para el 32,9 por ciento de los españoles irá mejor este año, en contraposición con el 17,6 por ciento que pronostica que irá peor.

Así las cosas, la lucha contra el paro es el principal objetivo de la sociedad española para los próximos años, según responde el 79,2 por ciento de los sondeados por el CIS.

Un 44,4 por ciento apunta también la necesidad de mejorar la competitiidad de la economía; un 17,5 por ciento hace hincapié en que hay que controlar más la inmigración y un 16,1 por ciento se muestra partidario de luchar contra las desigualdades sociales.

Otra de las cuestiones por las que ha interrogado el centro demoscópico es sobre la herencia que van a recibir los jóvenes actuales.

Sobre el empleo, el 72,7 por ciento opina que los jóvenes recibirán una herencia "más bien negativa", el mismo concepto que aplica el 66 por ciento a las futuras condiciones de trabajo y el 54,6 por ciento a la capacidad de compra.

Por el contrario, cerca de la mitad de los consultados ve que los jóvenes recibirán una herencia "más bien positiva" en cuanto a libertad, igualdad y solidaridad.

En el ámbito personal, al 42,5 por ciento lo que más le preocupa es su trabajo, en tanto que al 19,2 por ciento es la situación económica, y al 16,7 por ciento es su salud o forma física.

También a título individual, el 36,4 por ciento cree que en 2011 le irá igual en el trabajo, el 20 por ciento predice que le irá mejor y el 10 por ciento se teme que le irá peor.

Hoy por hoy, el trabajo sólo es la mayor satisfacción para el 21,2 por ciento, que se refugia mayoritariamente en la familia como el espacio con el que más a gusto se siente en su vida.