Vitoria. Con la llegada del invierno, la gripe comienza a hacerse fuerte en el territorio. La humedad y el frío intenso que han marcado la climatología durante las últimas semanas, esas condiciones propicias para que el virus se expanda, han traído de la mano el pico de la enfermedad más alto de la temporada. Se trata, no obstante, de un leve aviso de lo que a buen seguro vendrá próximamente.
Según los últimos datos recopilados por la Red de Médicos Vigía de la CAV, durante la semana comprendida entre el 20 y el 26 de diciembre se alcanzaron en Euskadi los 106 casos de gripe por 100.000 habitantes, cifra que duplica con creces la registrada en la anterior, con 41,9. Este salto ha provocado que por primera vez en la presente campaña se haya superado el umbral epidémico, el nivel que marca su inicio real, y que se sitúa en algo menos de 90 casos por 100.000.
La primera temporada de gripe normalizada tras la inusual pandemia registrada el año anterior "se está comportando en cuanto a intensidad según lo previsto", tal y como explicó ayer en declaraciones a este periódico el jefe del Servicio de Epidemiología del Departamento de Sanidad, Txema Arteagoitia. A juicio del especialista, no obstante, resulta "aventurado" establecer pronósticos sobre al comportamiento que tendrá el virus en los próximos meses.
Una circunstancia más que habitual durante todas las temporadas de gripe. La última, sin ir más lejos, estableció unas cifras de afectados y fallecidos mínimas respecto a lo previsto en un principio. En el pico de gripe más alto de esa temporada, que tuvo lugar a comienzos de noviembre de 2009, se llegaron a superarse en la CAV los 550 casos por 100.000 habitantes. Bastante lejos, por ejemplo, de los registros máximos marcados en la campaña 2001-2002, donde se rozaron los 900 casos por 100.000, o en la de tres años más tarde, segunda más crítica de la última década, con más de 700. De vuelta a la actualidad, aunque "lo previsible es que los casos vayan aumentando semana a semana", Txema Arteagoitia insiste en mandar un mensaje de prudencia hasta ver la evolución real del virus en el territorio. "No existe información que nos vaya a decir cómo va a comportarse la gripe", insiste.
Con todo, de lo visto hasta ahora, el especialista sí remarca tres notas destacadas que en mayor o menor medida pueden marcar el discurrir de la temporada. En primer lugar, que se están aislando cepas del virus incluidas en la vacuna elaborada para la presente campaña, fundamentalmente el AH1N1 pandémico el año pasado y estacional ahora. En segundo, que hay "un importante porcentaje de casos graves en personas sin factores de riesgo", una circunstancia que Arteagoitia, no obstante, matiza que "podrá variar en el futuro". En tercero, que el grupo de población más castigado por la gripe, como suele ser habitual todos los años, lo conforman los niños de entre cinco y 14 años, seguidos por los de cero a cuatro y los de 15 a 24. Las tasas más bajas corresponden a los mayores de 65 años, un grupo de riesgo al que este año vuelven a acompañar los enfermos crónicos de cualquier edad, las mujeres embarazadas y el personal sanitario.
baja intensidad... hasta ahora Al igual que lo sucedido en Euskadi, hasta la semana 50 del presente 2010 la actividad gripal había registrado un nivel de intensidad bajo en el conjunto del Estado, tendencia que parece comenzar a revertirse. Además, se han notificado nueve casos graves hospitalizados confirmados de gripe, cuatro en el rango de 15 a 44 años y cinco en el de 45 a 64. Ocho fueron confirmados con el virus AH1N1 y el quinto con el AH3N2.
De manera más global, el último boletín elaborado por el centro europeo para la prevención y el control de las enfermedades (ECDC) detalla que 24 de los 25 países europeos han presentado hasta la fecha una actividad gripal de baja intensidad, con la excepción del Reino Unido. En este caso, las redes centinelas han notificado una intensidad del virus por encima del umbral basal, así como varios casos graves y fallecimientos por gripe durante las últimas semanas.