madrid. La comisión de seguimiento del Pacto de Toledo aprobó ayer por mayoría sus recomendaciones para la reforma de las pensiones, en las que se constata que no ha sido posible acuerdo alguno sobre la edad de jubilación y tampoco se cifra el periodo de cálculo de las pensiones, aunque se entiende que debe ser ampliado. El informe final, con 21 recomendaciones, será votado en el pleno del Congreso previsiblemente el 25 de enero, y deja las manos libres al Gobierno para que, el 28, saque adelante su reforma que, también previsiblemente, tendrá dos puntos clave: elevar la edad de jubilación hasta los 67 años y aumentar, quizá hasta los 25 años, el periodo mínimo para poder optar a la pensión completa.
Así al menos lo mantienen los grupos parlamentarios de izquierda presentes en el Pacto de Toledo que ayer votaron en contra del dictamen aprobado por socialistas, populares, CiU y PNV. Así ERC-IU-ICV y BNG denunciaron que el texto es "lo suficientemente ambiguo como para que el Gobierno haga la reforma que desea sin incumplirlo".
Eso sí, formalmente todos los grupos (salvo el PSOE) lamentaron que el Ejecutivo siga con sus planes para aprobar la reforma el 28 de enero, dos o tres días después de que el pleno dé luz verde al informe del Pacto de Toledo. Para ellos también es una evidencia de que la nueva norma "ya está escrita y deja en entredicho las recomendaciones del Parlamento".
concesiones Sin atar los puntos esenciales de la reforma, los grupos sólo pudieron felicitarse por recoger en las recomendaciones (con el visto bueno del PSOE) el rechazo a la congelación de las pensiones contributivas en 2011, lo que implicará que por primera vez el Gobierno incumpla una de las sugerencias del Pacto de Toledo, según recordó el portavoz del PNV, Emilio Olabarría.
Precisamente Olabarría y el portavoz del PP, Tomás Burgos, fueron los más críticos con el Ejecutivo dentro de los grupos que aprobaron las recomendaciones. Ambos criticaron las "formas" a las que ha estado sometida la comisión, que ha trabajado "con un vértigo procedimental que ha estado a punto de echar por tierra el acuerdo".
Por el contrario, CiU y PSOE adoptaron un tono más positivo, ya que para el portavoz del grupo catalán, Carles Campuzano, la aprobación del informe envía a la ciudadanía el mensaje de que "la clase política está apostando por dar estabilidad y seguridad a los pensionistas de hoy y del futuro".
La portavoz del PSOE, Isabel López i Chamosa, destacó que todos los grupos se pueden sentir reflejados en unas recomendaciones en las que cree que se ha primado el consenso.
Entre los pocos asuntos que han contado con el beneplácito de todos los grupos destaca la solicitud de ampliar la pensión de viudedad para los mayores de 65 años cuyo ingreso principal sea esta prestación, así como alargar la pensión de orfandad hasta los 25 años.