Bilbao. Al abanico de posibilidades que está encima de la mesa de la izquierda abertzale oficial para intentar concurrir a las elecciones municipales y forales de mayo de 2011 -la redacción de los estatutos de una nueva formación política, la concurrencia conjunta con EA...- hay que sumar la posible confluencia con Alternatiba, el partido escindido de Ezker Batua que lidera el ex parlamentario Oskar Matute. Un boletín interno de la antigua Batasuna fechado el 1 de noviembre asegura que "sin descartar ninguna opción, hemos de analizar la posibilidad de espacios de colaboración con Alternatiba".

El boletín, al que ha tenido acceso este periódico, hace referencia a la Asamblea Constituyente celebrada por Alternatiba sólo unos días antes, el 30 de octubre, en la que ocupó un lugar destacado como invitado el portavoz de la izquierda abertzale ilegalizada Rufi Etxeberria. Bajo el epígrafe Alternatiba se ha constituido como partido político, incluido en el apartado genérico Situación política, el documento asevera que "nos parece interesante la irrupción de esta nueva formación porque viene a ocupar un espacio vacío hasta ahora, el de los y las soberanistas de izquierda". Agrega que "desde el primer momento han hablado de alianzas en el espacio ideológico de la izquierda en Euskal Herria", momento en el que deja abierta la opción de abrir "espacios de colaboración".

El propio Oskar Matute se ratificó ayer, en declaraciones a este periódico, en lo acordado en la Asamblea celebrada por su formación: iniciar una ronda de contactos con Aralar, EA y la izquierda radical para abordar la posibilidad de unir fuerzas de cara a la próxima cita electoral. Pese a especificar que esta cuestión está aún en una fase muy temprana de discusión, sí dejó la puerta abierta a una confluencia con estas fuerzas de izquierdas "si vemos que estamos de acuerdo en un modelo social diferente al capitalista".

"No hay ninguna comisión formada ni nada parecido, hemos trasladado el documento de nuestra Asamblea a los partidos para avanzar hacia un acuerdo estratégico si se dan visiones conjuntas". Lo importante ahora, según Matute, "no es alcanzar un pacto electoral sino debatir, comprobar hasta qué punto estamos de acuerdo en un mismo modelo de país, de sociedad, en base a cuestiones como la Y vasca, el Puerto de Pasaia o un plan de residuos".

Si finalmente "se llega a un acuerdo en base a ideas y compromisos, si coincidimos en un modelo social y se comparte una agenda estratégica, entonces podremos plantear de qué manera se puede tener más fuerza para defenderlo en las instituciones", concluyó Matute.

Por el momento, el Acuerdo de Gernika, que pone el acento en el logro de la paz y la normalización en Euskadi, supone un primer nexo de unión entre EA, la izquierda abertzale tradicional, Aralar, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna, lo que podría tener su reflejo en las elecciones municipales.