Vitoria. Un clamor recorrió ayer las calles de las ciudades y pueblos de todo el mundo. Se escucharon mil voces de protesta y un solo silencio de dolor que trataron de dejar bien clara la postura de la sociedad contra la violencia de género. Fue el día elegido para decir basta a la sinrazón machista y para recordar a las miles de mujeres que han sido, son y, desgraciadamente, serán víctimas de una lacra aún sin solución. A todas ellas se quiso trasladar un mensaje de solidaridad, que llegó acompañado de un mensaje nítido: es necesario denunciar a los maltratadores para que no queden impunes.
Asun Villalba y María Estíbaliz Angulo, dos de las mujeres asesinadas a manos de sus parejas en el territorio histórico, forman parte de esa estadística que habla de muerte, de dolor y de sufrimiento. Los datos son tan fríos que asustan. De hecho, entre enero y octubre de este año se han producido en Euskadi 3.543 casos de violencia machista. Pese a la cruel realidad, lo cierto es que los registros son mejores que antaño -un 9,34% menos con respecto a los acaecidos en el mismo período del año anterior, según datos del Departamento de Interior-.
En cualquier caso, las cifras siguen siendo un problema de gran calado. En ese sentido, la primera institución que se sumó al Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer fue el Parlamento Vasco, donde antes de que comenzara el pleno ordinario los parlamentarios y miembros del Gobierno, entre ellos el lehendakari, Patxi López, guardaron un minuto de silencio para rechazar la violencia machista. La mayoría de los parlamentarios acudió al pleno con puntos morados visibles en sus vestimentas, un símbolo de rechazo a la violencia de género, que también se colocó en la página web de la Cámara.
La presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, leyó una declaración institucional en la que se expresa la "profunda solidaridad" con las mujeres que han sufrido, sufren y puedan sufrir violencia por el hecho de ser mujeres, así como a las personas que sufren junto a ellas, especialmente sus hijos. El texto recuerda además que, a pesar de los avances logrados en los últimos años, todavía queda "mucho camino por recorrer" ya que aún existen en la sociedad "patrones patriarcales" que siguen transmitiendo una imagen de la mujer de desigualdad en relación con el hombre "que la denigra profundamente, que la desprecia y la anula como persona". La declaración del Parlamento defiende el derecho "a vivir sin miedo y salir de la espiral de terror, crueldad y violencia que los malos tratos, en todas las vertientes".
También el Gobierno Vasco quiso solidarizarse con las víctimas con una concentración silenciosa frente a la sede del Ejecutivo en Vitoria en la que participaron varios consejeros, entre ellos los de Interior y Educación, Rodolfo Are e Isabel Celaá, y la portavoz, Idoia Mendia, además de varios funcionarios.
Tras los cinco minutos de silencio, la directora de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, Mariola Serrano, explicó que "hoy -por ayer- es un día para el recuerdo de las mujeres que han interpuesto denuncias, las que no, las que sufren en silencio y las que no han reconocido aún su situación de violencia". Estas palabras hacen referencia a una situación preocupante. No en vano, el 31% de las mujeres maltratadas entre enero y agosto en Euskadi no presentó denuncias contra sus agresores.
Necesidad de educación Serrano recordó que "no hay un perfil" de las víctimas, sino que "cualquier mujer" puede ser maltratada y también apostó por intensificar las acciones de prevención y sensibilización en el ámbito educativo ante el aumento de las víctimas de entre 18 y 30 años, y entre colectivos "más vulnerables" como los de inmigrantes y discapacitados.
La Diputación, por su parte, también salió a la calle junto con significativos miembros de las Juntas Generales. Todos, en silencio durante cinco minutos, reivindicaron el final de la violencia de género. Además, partidos políticos como el PNV hicieron pública una declaración en la que se reiteró su "compromiso activo en la denuncia" de esta "lacra" que sigue "segando vidas de mujeres" y reivindica el papel de la educación para prevenir actitudes machistas.
Varios sindicatos realizaron concentraciones silenciosas en distintos puntos deEuskadi, mientras que en ayuntamientos como el de Vitoria se leyó la misma declaración del Parlamento.