VITORIA. El habitual cortejo presupuestario de estas fechas empieza a ganar emoción, convertido en disputado partido de tenis en el que el Euzkadi Buru Batzar del PNV hizo el lunes por la noche una peligrosa dejada avanzando su intención de no presentar enmienda de totalidad a los Presupuestos vascos. Pero los socialistas llegaron ayer a devolver el golpe al otro lado de la red y, por ahora, la pelota sigue en juego. Lo confirmaba el portavoz de la Ejecutiva y del grupo parlamentario del PSE, José Antonio Pastor: no presentarán enmiendas de totalidad a las cuentas forales.

La decisión, aparentemente, debería satisfacer las aspiraciones jeltzales, pero más allá de prácticamente garantizar que las diputaciones tendrán presupuestos en 2011, los socialistas recuerdan que la situación de mayorías en Parlamento Vasco y juntas generales es muy diferente. O lo que es lo mismo, Pastor advirtió ayer implícitamente de que si no avanzan las negociaciones territoriales, el problema con el que se pueden encontrar los diputados generales es que la oposición les acabe forzando a incluir determinadas enmiendas de mayor o menor calado en sus proyectos; una hipótesis que no se dará en la Cámara vasca, pues el Ejecutivo de Patxi López cuenta con el respaldo de la mayoría absoluta que suman PSE y PP (que a lo largo de esta semana firmarán su acuerdo sobre las enmiendas parciales).

Partido pues abierto el que se presenta en torno al entramado presupuestario vasco, que en esta primera fase aparece muy protagonizado por el endurecimiento del cruce de declaraciones entre socialistas y jeltzales. Pastor adoptaba ayer en rueda de prensa un tono inusualmente agrio para hacer, precisamente, un llamamiento al PNV, no ya a abstenerse, sino a apoyar el proyecto del Gobierno en el Legislativo autonómico: "El PNV tiene que tener muy claro que este acuerdo no se va a producir en Madrid, sino aquí, en Euskadi, lo mínimo que cabe exigir a un partido que se jacta de ser el partido vasco por excelencia pero que últimamente parece más empeñado en hacer política en el Congreso que en el Parlamento Vasco".

Esta escalada tuvo uno de sus puntos álgidos el sábado pasado. "No van a tener mi cabeza ni el Gobierno", advirtió el lehendakari a Iñigo Urkullu, después de que éste lanzara un aviso a navegantes respecto a futuras necesidades de Mariano Rajoy o José Luis Rodríguez Zapatero en las próximas generales: "Tras unas elecciones es necesario respetar no sólo la lista más votada, sino también la mayoría social".

"El PNV se vende al mejor postor", reprochaba Patxi López, desacreditando una posición negociadora que ha sido extremadamente rentable para los jeltzales cuantitativa y cualitativamente. La defensa jeltzale llegaba ayer por la tarde a través del blog de Urkullu, en el que el burukide se ponía el buzo de responsabilidad y pragmatismo que tan buenos resultados le está dando: "Somos un partido serio y respondemos con actuaciones y no enzarzándonos en batallitas dialécticas mientras la economía requiere nuestra atención y actuación".

avances en álava, sin cerrar Así las cosas, y aunque los socialistas insisten en que el futuro de los presupuestos forales tendrá mucho que ver con la posición que adopte el PNV en el Parlamento Vasco -ambos tienen por delante varias semanas para negociar las enmiendas parciales que los jeltzales registrarán el próximo lunes a más tardar-, el propio Pastor reconocía ayer que los terrenos negociadores de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa tienen su propia autonomía. En Bizkaia y Álava, explicó el portavoz socialista, se han abierto ya las negociaciones. Es precisamente en este último territorio donde el acuerdo parece más próximo, aunque el PSE alavés no moverá ficha al menos hasta que se aclare la situación del Gobierno foral.

Este viernes concluye el plazo para presentar enmiendas y si EA mantiene su postura, la presentación de alegaciones de carácter fiscal a las Cuentas consumará su salida del Ejecutivo, decisión de Xabier Agirre que podría certificarse el mismo viernes o quizá con motivo del Pleno de Santa Catalina del domingo. PSE y PNV, en cualquier caso, llevan tiempo ya negociando y el equilibrio con el Ayuntamiento de Vitoria es otro factor llamado a engrasar el acuerdo. Pero por ahora, insistía ayer el líder de los socialistas alaveses, Txarli Prieto, hay "avances" pero no hay nada cerrado; a pesar de que horas antes el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, había confirmado que el pacto era "un hecho".

En Bizkaia, las conversaciones se han iniciado esta semana y, apuntó ayer Pastor, en Gipuzkoa es "donde parece que la situación está más enquistada". En ambos territorios, el plazo para registrar enmiendas concluye el lunes. El diputado general guipuzcoano, Markel Olano, tiene previsto reunirse con el PSE mañana para iniciar la negociación. No obstante, en un acto en Arrasate, según recoge la corresponsal de este periódico Anabel Domínguez, Miguel Buen contradijo a Pastor dejando en el aire la posibilidad de una enmienda de totalidad "a la vista de lo que el Gobierno foral esté dispuesto a aceptar en esa reunión".