Vitoria. PNV y EA trasladaron ayer al papel las palabras que la semana pasada dibujaron la ruptura del Gobierno foral. El adiós definitivo no llegará hasta el mes que viene, pero las Juntas Generales de Álava registraron en su sesión plenaria semanal la confirmación de un camino que no tiene vuelta atrás.
El Parlamento alavés abordó una moción presentada por Eusko Alkartasuna, Ezker Batua-Aralar, y ANV en la que demandaban la constitución de una comisión para poner sobre la mesa el debate fiscal e introducir cambios en el modelo actual, una pretensión que chocó contra los votos de PNV, PSE y PP, mayoría en la Cámara, que dejó sin efecto la iniciativa.
El resultado en el luminoso no sorprendió a nadie conocida la posición que cada grupo mantiene en esta materia ni el trasfondo político que la misma originó en lo que respecta a la perecedera relación de los dos partidos que conforman el Gobierno foral. Tampoco las acusaciones mutuas que los portavoces de PNV y EA, Pedro Elosegi -criticando las "excusas" para abandonar el Gobierno- y Patxi Martínez de Albéniz, respectivamente, se lanzaron desde la tribuna de oradores.
Las líneas esgrimidas por el procurador de EA se ajustaron a los parámetros expuestos la semana pasada en Gasteiz por el secretario general de la formación, Pello Urizar, donde dejó claro que si no existen cambios en la política fiscal del Gobierno alavés EA no secundará los Presupuestos propuestos por la Diputación, a pesar de que los dos diputados de este partido -Mikel Mintegi y Lorena López de Lacalle- votaron el pasado viernes a favor del proyecto de Cuentas.
Tanto EA como los demás firmantes de la iniciativa criticaron la intención de relegar el debate fiscal a un escenario postelectoral e insistieron en acometer los cambios lo antes posible para que se introduzcan en los Presupuestos de 2011. Sólo así, consideran los proponentes, se podrá garantizar el mantenimiento del gasto público sin que las clases más desfavorecidas vean acentuadas las consecuencias de la crisis económica en su ya de por sí debilitada situación. Este contexto encierra también un deseo por lo que EA, Aralar, EB y ANV denominan "equidad fiscal", de forma que cada persona contribuya en función de su capacidad económica.
Pero en el PNV no acaban de creerse que estos argumentos sean los que verdaderamente han llevado a EA a alejarse progresivamente del Gobierno foral, después del amago explicitado el pasado año tras el adiós precipitado -también a cuenta de la política fiscal- del diputado que Aralar mantenía en la Diputación desde el inicio de la legislatura.
dudas jeltzales El diputado general, Xabier Agirre, expuso estas dudas el viernes en su última comparecencia pública, con motivo de la aprobación del proyecto presupuestario. El dirigente jeltzale puso sobre la mesa sus dudas sobre las causas que verdaderamente han motivado el alejamiento de EA de las tesis del Gobierno foral cuando la política fiscal "no figura" en el acuerdo de gobierno que rubricaron al inicio de la legislatura.
En este contexto, Agirre destacó que quizá el partido liderado por Urizar se siente "incómodo" en el Gobierno debido al nuevo camino emprendido, en una clara alusión a la sintonía con la izquierda abertzale ilegalizada que alumbró el polo soberanista.