DONOSTIA. El juicio por el mitin de Anoeta que comenzó en la Audiencia Nacional se centró ayer en la declaración del ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, quien aseguró que el objetivo de aquel acto "no era homenajear a ETA", sino presentar una propuesta de paz en la que se reafirmó ante el tribunal. El dirigente abertzale se responsabilizó de su intervención política, pero no de la organización del acto al que acudieron 16.000 personas, ni de lo que aconteció en el mismo, como la difusión de un vídeo en el que aparecían presos de ETA o los gritos coreados a favor de la organización armada. Hechos por los que se acusa a Otegi y a los también ex mahaikides Joseba Permach y Joseba Álvarez de un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo.

La declaración del líder de la izquierda abertzale cobró fuerza por la tarde tras avalar su versión el jefe de la Policía Nacional de Donostia, que testificó a petición de la acusación. Según este mando policial, Otegi "se dirigió al mundo abertzale y no directamente a ETA".

Por su parte, otros dos agentes de la Guardia Civil afirmaron que varios asistentes habían coreado "vivas a ETA", aunque acto seguido constataron que "no se pueden atribuir a ninguna persona".

Éstas son algunas de las pocas declaraciones que se ciñeron a los hechos que se enjuiciaban. Y es que, como era de prever, el juicio se desvió hacia cuestiones estrictamente políticas, como el grado de conocimiento que tenía el Partido Socialista previamente a la celebración del mítin en el velódromo de Anoeta el 14 de noviembre de 2004.

Preguntado por su letrada Jone Goirizelaia, Otegi respondió que el PSOE "sí" tenía conocimiento del acto. Según explicó, el mensaje que iba a trasladar Batasuna era sustancial, hasta tal punto que posteriormente el presidente Zapatero hizo una valoración del mismo.

En este sentido, el líder abertzale recordó -en la medida en que se lo permitió el juez Fernando García-Nicolás, quien interrumpió en varias ocasiones la sesión- que aquel mítin se celebró en un contexto político muy concreto, marcado por las conversaciones multilaterales que Batasuna mantuvo con los socialistas y otras formaciones y que desembocarían en la tregua de ETA y el fallido proceso de paz de 2006.

El Gobierno del PSOE no tardó ayer en salir al paso de las afirmaciones de Otegi ante la presión del PP. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, negó que el Ejecutivo central ni su partido estuvieran al corriento de la propuesta de Anoeta y que pactaran el mítin, y subrayó molesto que "hay cosas que no se pueden decir ni bajo el derecho de defensa". En su momento "se hizo lo que se tenía que hacer y no salió bien", aseveró en alusión al último proceso de paz.

"Por tanto no le tengo ningún miedo -a un posible juicio paralelo sobre los contactos pasados entre Batasuna y los socialistas- porque lo intentamos, nosotros, lo intentó Aznar y lo intentó Felipe González. No hemos sido los primeros en intentarlo, lo han intentado todos, no salió bien y con la misma firmeza que en su momento defendimos que había una vía para el fin de la violencia a través del diálogo hemos mantenido una política antiterrorista que nos ha llevado hasta aquí", zanjó.

DESVINCULACIÓN DE ETA Quien tampoco renegó en absoluto de los pasos dados en 2004 fue el propio Otegi, quien defendió ayer el contenido de la propuesta de Anoeta, Orain Herria, Orain Bakea. Una propuesta que ante el propio tribunal de la Audiencia Nacional, desvinculó de ETA. Un documento, cuyo contenido el juez García-Nicolás no permitió que el líder abertzale recordara en la sala: "Lo que yo no me admito es que me repita ahora su discurso o filosofía política".

Y entre las escasas referencias al momento político actual durante su declaración judicial, el líder de la izquierda abertzale ilegalizada sostuvo: "Ligándolo a la situación actual y a la actualidad, quisiera poner en claro que no planteamos que haya que hacer ningún tipo de concesión política a ETA".

La declaración de Otegi se limitó a las respuestas de su defensa, porque rechazó contestar a las preguntas de la fiscal y de la acusación.

La vista oral comenzó a las 11.20 horas, después de que el ex portavoz de Batasuna fuera trasladado en un furgón de la Guadia Civil desde la cárcel de Navalcarnero, mientras que los otros dos acusados, Permach y Álvarez, llegaron a pie junto a los letrados Goirizelaia e Iñigo Iruin.

Tanto Permach como Álvarez se desvincularon también de la organización del acto de Anoeta. El primero afirmó que su intervención fue "residual", mientras que Álvarez remarcó que el mítin "no habría tenido el éxito que tuvo" si durante el mismo se hubiera ensalzado a ETA.

En total, están llamados a declarar en el juicio que concluye hoy una quincena de testigos, entre los que se encuentra el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren. Su comparecencia ha generado una gran expectación mediática e inquietud en las filas del PP, desde las que se ha pedido incluso esta semana la destitución de su cargo por no disimular su aprecio hacia Otegi.

Tanto el líder abertzale como Permach y Álvarez se enfrentan a una pena de 18 meses de prisión y doce de inhabilitación cada uno. Finalmente, el Foro Ermua, que ejerce la acusación popular, no logró elevar la petición de pena a cinco años de cárcel. El juez, tras interrupir la vista para deliberar al respecto, ratificó que los acusados son únicamente juzgados por enaltecimiento del terrorismo y no por desobeciencia, reunión ilícita y quiebra de medidas cautelares por ser Batasuna ilegal cuando se celebró el acto.

LAS FRASES

"Quisiera aclarar que no planteamos que haya que hacer concesiones políticas a ETA"

ARNALDO OTEGI

Ex portavoz de Batasuna

"Lo intentamos, como hizo Aznar y González, se hizo lo que había que hacer y no salió bien"

alfredo pérez rubalcaba

Ministro del Interior