vitoria. Iruña Veleia fue una ciudad más compleja de lo intuido en un principio por los arqueólogos. La vida en este asentamiento romano no sólo se limitaba a intramuros, sino que ésta se extendía más allá al ser un importante nexo de comunicaciones. En concreto, ahora se ha probado que la vía XXXIV Astorga-Burgos tenía seis metros de anchura y se orientaba directamente hacia su puerta sur. "El descubrimiento de la posición de esta vía demuestra que conectaba con el interior del oppidum", explicó ayer Julio Núñez, responsable de los trabajos de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) para la ejecución del Plan Director.

La localización de la mencionada conexión coincide con los tramos de la zona noreste ya descubiertos en 1993 "y también con la vía descubierta en Mariturri".

La Astorga Burgos, que entraba de forma oblicua por la ciudad, presentaba un diseño hasta al más mínimo detalle: disponía de alcantarillas en sus laterales para recoger el agua caída e incluso de aceras porticadas, a modo de techumbre, para que al circular por ella los viandantes no se mojasen.

Dos meses después de que comenzaran los trabajos del equipo de Núñez, se han excavado un total de 8.000 metros cuadrados -casi la mitad de los 17.000 previstos por el Plan Director-, de los cuales se ha retirado la capa agrícola. Unos trabajos que han permitido sacar a la luz el complejo urbanismo ortogonal de Iruña Veleia. "Gracias a la extensión de la zona es la primera vez que se ve la trama urbana de calles perfectamente ordenadas, en manzanas, lo que demuestra lo avanzada que era la sociedad veleiense", agrega el responsable del Plan Director.

Una evolución cultural que también se prueba en la existencia de instalaciones hidráulicas, que permitían evacuar el agua hacia las zonas exteriores del área habitada.

Tres habitaciones Una de estas infraestructuras es la cisterna semisubterránea ubicada en una de las tres habitaciones que se va a excavar a partir del próximo viernes y que "podrían proporcionar datos concretos del origen y del ocaso de la trama urbana de la ciudad". Dicha cisterna, al conservar el revestimiento original, podría dar información de hasta qué época fue utilizada y, en consecuencia, despejar la incógnita del momento en el que se deshabitó la ciudad.

El origen de la urbe de Iruña Veleia lo podría demostrar el segundo espacio al remover la tierra: una habitación muy deteriorada por las labores agrícolas, que presenta una preparación para la construcción del suelo. "Allí se excava para alcanzar los niveles fundacionales de la ciudad, matizó Núñez.

La tercera habitación donde se trabajará es un gran edificio, del que se sabe que no es una casa. En este espacio se harán labores de conservación, ya que todavía dispone de unas placas de mármol rojo que decoraban su pared oeste.

La semana que viene está previsto que la empresa Enviande Gasteiz inicie los trabajos de conservación de la muralla. A partir de noviembre, el equipo de Núñez se centrará en las labores de laboratorio y a principios del año que viene se presentará una memoria de esta primera fase de los trabajos.