vitoria. A partir del momento en que el Gobierno español presente su proyecto de Presupuestos se dará el pistoletazo de salida a una negociación con el PNV que se prevé dura y cuyas líneas generales ya se han dibujado. Los nacionalistas pedirán, a cambio de sus seis votos, que tras las elecciones forales y municipales gobiernen en los ayuntamientos y diputaciones las listas más votadas. Pedirán además, en lo que ya es una tradición en las negociaciones del Congreso en las que están inmersos los jeltzales, un mayor desarrollo competencial para Euskadi.
De la habilidad que demuestren los nacionalistas y de la fortaleza que sea capaz de escenificar Zapatero dependerá el alcance real que puedan tener esas competencias que, con cuentagotas, se han ido derivando a Euskadi con cada negociación presupuestaria.
La situación
Debilidad de Zapatero
Son seis votos, pero han decidido la gobernabilidad del Estado durante la primera legislatura, y es muy posible que lo hagan también en la recta final de la segunda. Las elecciones en Cataluña distorsionarán el tradicional papel de CiU en el Congreso, muy similar al del PNV, y obligarán a Zapatero a buscar el respaldo de los jeltzales, junto con otro tipo de apoyos, como los cosechados el año pasado con Coalición Canaria, otro clásico en los pactos presupuestarios de Madrid, o en 2008 con el BNG.
Dada la precaria situación parlamentaria en la que se encuentra el Gobierno, desde el PSOE ya se ha avisado de que su fuerza en la mesa de negociaciones puede venir de otra parte. Los socialistas, ya lo han apuntado, entre otros, el diputado vasco Eduardo Madina, presionarán para rebajar las pretensiones nacionalistas recordando que al PNV que necesita de sus votos en las tres diputaciones para contar con unos Presupuestos el año que viene.
Los contenidos
Las listas más votadas
Iñigo Urkullu confirmó el viernes en el tradicional mitin del inicio del curso político que se celebra en Zarautz que las 15 Propuestas de Resolución presentadas por el PNV en el debate sobre el Estado de la Nación son el punto de partida de la negociación para los jeltzales, que sin embargo están perfilando un documento concreto con el que presentarse a las reuniones que tendrán lugar a partir de octubre. "La negociación va a ir por ahí, aunque con algunos matices", afirman en la sede de Jardines de Albia.
En materia competencial, un año más, las políticas activas son un referente para el PNV, con la salvedad de que este año están a la espera de ver si los gobiernos vasco y central son capaces de ponerse de acuerdo y cerrar la transferencia antes de que empiecen las negociaciones en el Congreso. De no ser así, el PNV exigirá que la competencia se valore en 480 millones de euros, frente a los alrededor de 300 en que cifra el PSE el cálculo correcto del traspaso.
Pero no ésta la única reivindicación competencial apuntada en el debate sobre el Estado de la Nación. Las políticas pasivas y el régimen de la Seguridad Social (en estos dos puntos el PNV ya sabe que no tiene nada que hacer), la gestión de los programas de Formación Profesional o la inspección de Trabajo se cuentan entre las reclamaciones que pondrán encima de la mesa.
Por otro lado, los jeltzales plantearon en el examen a Zapatero de mediados de julio una serie de propuestas que, más allá de su escasa relevancia en la política del día a día, cuentan con una trascendencia simbólica que puede poner en un brete al presidente del Gobierno. El PNV pidió la oficialidad de las selecciones vascas, o la inclusión de Trebiño en Álava y de Villaverde de Trucíos en Bizkaia. Se planteará además el diseño de un nuevo pacto estatutario.
Ya en lo pragmático se sitúan una serie de aspectos concretos como la petición de una inversión de 180 millones de euros en la subsede de la Fuente Europea de Neutrones por Espalación de Bizkaia, el traspaso de los terrenos de la base militar de Araka a la Diputación o el reparto equitativo por territorios de los menores extranjeros no acompañados para evitar la saturación en los centros de acogida vascos. En todo caso, la principal reclamación del PNV pasa por que tras las próximas elecciones gobiernen las listas más votadas.
Los precedentes
I+D+i y Puerto exterior
Las políticas activas de empleo han sido en esta legislatura uno de los tres ejes con los que el PNV se ha presentado a las negociaciones, en realidad el único que se repite cada año. En 2008 los diputados del PNV reclamaron esta competencia para Euskadi, junto con el compromiso de construir el Puerto Exterior de Pasaia y la transferencia de la I+D+i. Los nacionalistas alcanzaron estos dos últimos objetivos, pero el primero se quedó en el cajón. Volvió a salir a la palestra el año pasado, en una negociación en la que el PNV pedía además la equiparación del Concierto Económico a otras normativas, el mal llamado blindaje, y la devolución a Álava del IVA por importación de vehículos (456 millones de euros) que cobró indebidamente la Hacienda estatal durante quince años.
Las tres peticiones del PNV fueron atendidas por el PSOE, aunque en este caso, ya con Patxi López en el poder en Vitoria, la negociación en torno a las políticas activas pasaba, más que por su transferencia inmediata, por la garantía de que durante un año no se realizaría el traspaso si no era bajo las condiciones que exige el PNV, es decir, la valoración de la competencia en 480 millones de euros.
Los tiempos
Hasta el último minuto
Como ocurre en la inmensa mayoría de las negociaciones políticas, los actores suelen apurar sus opciones hasta el último minuto. Así ha ocurrido en las dos anteriores negociaciones de los Presupuestos Generales entre PNV y PSOE. El año pasado, el portavoz socialista, José Antonio Alonso, cerró el acuerdo el 16 de octubre, a falta de 45 minutos para que concluyera el plazo para registrar las enmiendas a la totalidad en la Cámara Baja.
Un año antes, las negociaciones también se apuraron hasta prácticamente el final del partido. El 17 de octubre, último día del plazo establecido, PSOE, PNV y BNG alcanzaron en el Congreso de los Diputados el acuerdo que permitió a Zapatero sacar adelante los primeros Presupuestos de la legislatura.