madrid. El director general de la Policía y la Guardia Civil, Javier Velázquez, dio ayer por solucionados los incidentes que estos días se han registrado en el puesto fronterizo de Melilla, que recuperaba la normalidad tras el boicot de mercancías en las últimas jornadas.
Desde el municipio pontevedrés de O Covelo, el máximo responsable de las fuerzas de seguridad se refirió ayer a su viaje del miércoles a Marruecos para preparar la visita que el próximo lunes realizará el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Tras constatar las "muy cordiales" relaciones entre España y Marruecos, Velázquez explicó que se reunió con responsables de la Gendarmería y del Ministerio del Interior marroquí para resolver el conflicto, que "ya se ha solucionado".
En la misma línea, el ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, aseguró ayer que lo ocurrido en los próximos días no ha supuesto "un conflicto, ni un eventual conflicto, ni una crisis bilateral". Señaló que dado el excelente estado de las relaciones con Marruecos se han podido resolver los incidentes en la frontera a través de los canales diplomáticos entre los dos países".
Precisamente, Pérez Rubalcaba y su homólogo marroquí, Taieb Cherkaoui, comparecerán el lunes en Rabat para explicar el contenido de la reunión que previamente mantendrán, en la que abordarán, además del conflicto en Melilla, la lucha contra el terrorismo, la inmigración ilegal o el tráfico de drogas.
ecos de la visita de aznar Ayer continuó, además, la polémica por la visita a la ciudad autónoma el miércoles del ex presidente del Gobierno José María Aznar y por la ausencia de miembros del actual Ejecutivo. Así, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, criticó la falta de "firmeza" y de "contundencia" del Gobierno ante la actuación de "cuatro desalmados" que han boicoteado el tránsito de mercancías en la frontera. Imbroda reprochó también a Rubalcaba que no "levantara la moral" de "su gente" y que no le hubiera llamado tras los incidentes, si bien deseó "fervientemente" al ministro de Interior que tenga éxito en la reunión del lunes con las autoridades marroquíes para resolver un "espinoso asunto". Defendió la presencia de Aznar en Melilla, al igual que hizo el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, quien aseguró que la visita del ex presidente del Gobierno no puede ser considerada como una deslealtad. "Aznar es un español que visita Melilla, que es España. Y que un español visite España nunca puede ser considerado una deslealtad por el Gobierno. Cuando el Gobierno dice que es desleal que un español visite España, es que ese Gobierno se avergüenza, tapa e intenta ocultar una parte de España", aseveró Imbroda. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz (PP), consideró que debería verse como algo normal que cualquier ciudadano vaya a Melilla y dijo que lo "grave" es la "dejación en la defensa de la dignidad de los españoles de esa ciudad" por parte del Ejecutivo. Desde las filas socialistas, la secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano, se mostró convencida de que el Gobierno arreglará "las cosas" con Marruecos "a pesar" del PP y de "su deriva irresponsable".
Valenciano se preguntó en su blog si alguien cree que las visitas de Aznar y de González Pons a la ciudad autónoma obedecían a "un afán de ayudar y de contribuir a relajar la tensión con Marruecos".
De "inoportuna, desleal e irresponsable" tachó la visita de Aznar el PSOE melillense en boca de su portavoz adjunta en la Asamblea de la ciudad autónoma, Celia Sarompas. El sindicato Unión Federal de Policía (UFP) ha registrado un escrito en el que pide que Rubalcaba visite el puesto fronterizo para ver directamente cómo está la situación y apoyar a las mujeres policías, a las que ha homenajeado el Sindicato Unificado de la Policía (SUP).