Vitoria. Un año de espera. Doce meses de pasión. Más de 50 semanas deshojando el calendario y, por fin, Celedón ya está aquí otra vez. Hoy volverá a bajar del cielo, como acostumbra cada 4 de agosto desde 1957, para traer consigo seis días de fiesta, de pasión desenfrenada y de orgullo gasteiztarra. Lo hará desde la torre de San Miguel, como manda la tradición y, al aterrizar, se encontrará con una plaza de la Virgen Blanca en la que no cabrá ni un alfiler. En ella, el olor a cava descorchado y distribuido generosamente, tanto dentro como fuera de los gaznates, y el humo de los puros encendidos a la salud del estandarte festivo y a la de la patrona se confundirán con el aroma de la jarana que impregnará todos los rincones de la capital alavesa. Es tiempo de recuperar los pañuelos, de cuadritos azules o de un rojo pasión, para demostrar al mundo cómo son los vitorianos en fiestas.
No existe fecha más señalada en el calendario de un vitoriano que la de hoy. Es el día en el que, gracias a la locura de unos blusas de antaño, un muñeco ataviado con los ropajes propios de un agricultor de épocas pretéritas sale del campanario de la iglesia para convertirse en el referente de toda una ciudad. Lo hará justo después del txupinazo, que estallará a las 18.00 horas al mismo tiempo que decenas de miles de gasteiztarras y visitantes descorchan sus botellas de cava y riegan al mundo para explicarle que la ciudad está en fiestas y que acaba de empezar el ciclo de La Blanca, el más tradicional de la comunidad
Según las estimaciones municipales, más de 40.000 personas convertirán la habitualmente apacible plaza en un hervidero hambriento de fiesta. El responsable será el aldeano de Zalduondo, que abandonará su cuerpo de trapo y plástico para reconvertirse en un Celedón de carne y hueso, que atravesará la Virgen Blanca para poder llamar a la fiesta desde la balconada. Una vez conseguido, el personaje se perderá en la ciudad en fiestas para disfrutar de los mil rincones y de otras tantas actividades preparadas para la ocasión. El humano, encarnado en Gorka Ortiz de Urbina, volverá a ser él mismo tras cumplir, por décimo año consecutivo, el cometido más importante. Para la ocasión, el Celedón humano estrenará txapela, una enorme proporcionada por la asociación TxaBai.
Sea como fuere, lo cierto es que a las seis de la tarde, toda la ciudad estará esperando el sonido atronador del txupinazo. En esta ocasión, el honor de encender el artefacto festivo recaerá en cuatro personas. Se trata de Joseba Andoni Pangua -un trabajador de la factoría de Mercedes y blusa de Zoroak-, Aurora San Vicente -ex trabajadora jubilada de RTVE-, Pedro Montoya -empleado del Servicio municipal de Atención Ciudadana y miembro de Bereziak- y Patricia Furlong -argentina de nacimiento y dueña de un gimnasio-. Ellos serán los grandes protagonistas del inicio festivo.
Después de su labor, Celedón descenderá, cruzará la plaza entre abrazos y estrujones y subirá a la balconada. Allí se recompondrá el vestuario e iniciará el ritual de siempre con su canción y con los vivas y goras de rigor. Cuando la muchedumbre sea consciente de que Celedón ha hecho una casa nueva con ventana y balcón, las emociones desbordarán.
Horas clave Ya está todo preparado. Se han instalado los contenedores de vidrio sobre las arquetas de las fuentes para evitar cualquier tipo de incidente. Ya por la tarde, a las 19.15 horas, la comitiva municipal de ida a vísperas partirá del Ayuntamiento y recorrerá el breve itinerario que le separa de la iglesia de San Miguel para asistir a la misa, la ofrenda de flores y la salve organizadas por la Cofradía de la Virgen Blanca. A las 22.00 horas, los faroles sustituirán al sol y su procesión iluminará las calles de Vitoria. Una hora más tarde, se hará de nuevo la luz en los cielos gracias al primer espectáculo pirotécnico de las fiestas y, a medianoche, la atención se centrará en la plaza de Los Fueros, donde Alpha Blondy & The Solar System iniciará con su concierto una oferta musical que ha de contentar a todos los gustos. En las txosnas, por ejemplo, Betagarri y The Pepper Pots les hará la competencia.