madrid. El líder del PP, Mariano Rajoy, rechazó ayer la posibilidad de formar un Gobierno de coalición presidido por José Luis Rodríguez Zapatero porque, según recalcó, no cree en el jefe del Ejecutivo ni en sus políticas económicas. "Un Gobierno de coalición presidio por el señor Zapatero hoy en día es impensable", enfatizó.

Rajoy hacía esta declaración durante un encuentro informativo organizado por el Foro Nueva Economía, al que acudió la plana mayor del PP y numerosos representantes del mundo empresarial, pocas horas después de que en una entrevista en el diario ABC el vicesecretario de Política Territorial del PP, Javier Arenas, se mostrase a favor de una coalición de gobierno a medio plazo.

"Yo no aceptaría un Gobierno de coalición presidido por el señor Rodríguez Zapatero porque no creo en el señor Rodríguez Zapatero ni en las políticas que ha llevado a cabo a lo largo de estos últimos años" esgrimió.

Eso sí, señaló que sí que apuesta por que en los "asuntos de estado" haya un acuerdo entre los dos grandes partidos, al que puedan sumarse también otras fuerzas políticas. Según subrayó, el PP "siempre" ha creído en los pactos de Estado en temas como el modelo territorial, la lucha contra el terrorismo, la justicia o las pensiones.

Por otra parte, Rajoy dijo que promoverá un consenso político en España para que la Constitución recoja los principios de la estabilidad presupuestaria, ya que considera "imprescindible" establecer techos de gasto y de endeudamiento para todas las administraciones "algo parecido" a lo que ya ha hecho Alemania, explicó.

En su intervención en el Foro Nueva Economía, el líder del principal partido de la oposición consideró "imprescindible" una nueva normativa de disciplina presupuestaria que establezca techos de gasto y de endeudamiento de todas las administraciones.

Rajoy planteó soluciones financieras proponiendo que las cajas puedan captar capital con la emisión de cuotas participativas, valores similares a las acciones, que estarían dotadas de derechos políticos, o con la separación de la actividad propiamente bancaria de la fundacional. El líder del PP aboga por una negociación colectiva entre empresarios y trabajadores que permita ajustar el marco laboral a la realidad concreta de cada compañía, lo que supone "más facilidad para el descuelgue" que no puede limitarse sólo a lo salarial, sino que debe abarcar todas las condiciones de trabajo. "Una reforma laboral de verdad y no sólo parches".