BILBAO. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró este domingo que la izquierda abertzale está en estos momentos "incapacitada casi genéticamente" y "muy lejos" de convencer a la banda terrorista ETA de que abandone la violencia y aseguró que este proceso está "verde".

"Si quieren estar en las instituciones tiene que romper o convencer, y la situación está mucho más verde de lo que tratan de demostrar. Son ellos quienes tienen que dar el paso", aseveró el ministro en declaraciones a la Cadena Ser, en una conversación en la que también intervino el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, quien, hace unos días, señaló la posibilidad de legalizar a la izquierda abertzale.

"Hay alguna discrepancia entre Jesús (Eguiguren) y yo sobre le momento que atraviesa la izquierda abertzale", reconoció el titular de Interior, para añadir que él es "más pesimista" sobre este asunto, porque, a su juicio, va "más lento" de lo que el presidente del PSE-EE dice.

Asimismo, Rubalcaba indicó que ETA no está en este en este proceso de abandono de las armas, sino "todo lo contrario". En este sentido, puso como ejemplo cuando hace varias semanas se detuvo al número uno de la banda "se demostró que estaba intentando recomponer ETA".

Sin embargo, el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, expresó su "seguridad absoluta" de que se ha producido "un cambio radical" en la izquierda abertzale, que ha concluido que "su futuro depende de la desaparción de ETA". Asimismo, insistió en la necesidad de que el lehendakari lidere "la situación" y se estudien "unos consensos mínimos para cerrar bien esta herida" porque "no basta con acabar" con ETA, sino que se debe "hacer irreversible la vuelta al terrorismo".

Asimismo, censuró que el PP pretende poner "un bozal" a los socialistas y se preguntó "para qué quiere mi cabeza" la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que ayer pidió el cese de Jesús Eguiguren tras la publicación de las reflexiones realizadas por el presidente del PSE en un documento, en el que abogaba por lograr un pacto vasco en materia de presos y en relación a una posible legalización de Batasuna.

VOTOS Y ARMAS, INCOMPATIBLES

Eguiguren dijo tener "la seguridad absoluta", aunque reconoció que no lo puede demostrar porque "estamos hablando de sensibilidades", de que se ha producido "un cambio radical en el sentimiento de la gente de Batasuna" y "han llegado a la conclusión de que es incompatible 'votos y armas'" y que, por tanto, "su futuro depende de la desaparición de ETA".

"Eso es un fenómeno absolutamente nuevo porque hasta ahora Batasuna simpatizaba con ETA y se aprovechaba de ETA. Ahora han cambiado ese tema", insistió el político vasco, que explicó que por ello su documento "planteaba que nos fuéramos preparando ante esa nueva situación y que el lehendakari liderara esa nueva situación llamando a los partidos políticos, hablando con ellos" para determinar "qué hacemos si ocurre esto o qué hacemos si ocurre aquello".

Ante las críticas de "inoportunidad" de su documento, defendió que "ahora es el momento de hacerlo" ya que, en caso contrario, "los acontecimentos nos van a rebasar".

En cualquier caso, precisó que no pretende "decir que ayudemos a Batasuna en estos momentos, porque esa tarea corresponde exclusivamente a ellos", sino que, "partiendo de esa idea de que estamos entrando en un ciclo nuevo, y la triste historia que hemos vivido en el País Vasco en los últimos tiempos, he pedido al lehendakari y a las fuerzas políticas que se pongan a estudiar unos consensos mínimos para cerrar bien esta herida".

A su entender, "no basta con que acabemos con el terrorismo o ETA se disuelva", sino que "luego tenemos que ir cerrando todas las heridas que se han creado en este país, hacer irreversible la vuelta al terrorismo".

"Eso es una tarea de otro tipo: construcción de la paz, construcción de la convivencia", subrayó el presidente del PSE, que advirtió de que, "en todos los sitios donde ha habido conflicto se ha dado" y "donde lo han hecho mal han vuelto a las andadas", mientras que "donde lo han hecho bien se ha consolidado la situación". "PARA QUE QUIERE MI CABEZA"

Eguiguren, que reconoció tener el "defecto de decir lo que pienso", señaló que lleva "toda la vida jugándome la vida en el País Vasco por decir lo que pienso" y no entiende por qué "el PP no puede permitir que en el Partido Socialista determinadas personas expresen su pensamiento".

Tras reivindicar su derecho a expresarse y "como socialista", censuró que el Partido Popular "no puede ponernos un bozal a los socialistas". En esta línea, señaló que le produce "mucha curiosidad y morbo saber para qué quiere mi cabeza" Dolores de Cospedal.