washington. El preso estadounidense Ronnie Lee Gardner fue ejecutado en su país ante un pelotón de fusilamiento, un método que eligió el propio reo y que no se había utilizado desde 1996 en el país, informaron las autoridades penitenciarias.
Gardner, de 49 años de edad, fue fusilado en la prisión estatal de Utah, en las afueras de Salt Lake City, después de la media noche de ayer, según el Departamento de Correccionales de ese estado.
Gardner había sido condenado e entonces por el asesinato del abogado Michael Burdell en el año 1985, cuando intentó escapar durante una audiencia judicial en la que se le acusaba de robo y de otro homicidio.
Andrés Parnes, el abogado en la etapa final del proceso de Garner, señaló que tras 25 años en el corredor de la muerte, la ejecución de su cliente era un castigo cruel y que era mejor que purgara sus crímenes con una cadena perpetua.
Sus abogados habían basado sus solicitudes de clemencia o aplazamiento de la ejecución en los problemas sufridos por Gardner durante su juventud, cuando fue víctima de abusos y de su adicción a las drogas, según dijeron. Por otro lado, también afirmaron que a su cliente lo trataron de forma injusta durante el juicio de ese año 1985 porque no tenía fondos para poder pagarse una defensa legal competente.
En las horas previas a la ejecución, tanto el Tribunal Supremo de Estados Unidos como varias cortes de apelación e incluso el gobernador del estado de Utah, Gary Herbert, negaron el perdón a Ronnie Lee Gardner.
Esa noche, los familiares del condenado participaron en una vigilia durante la ejecución del preso y después de conocer la noticia de su muerte, lanzaron globos al aire para homenajear su muerte.
Se trata del primer fusilamiento que tiene lugar en Estados Unidos en los últimos 14 años y el tercero después de 1976, tras reinstaurarse la pena de muerte en este país.
Según Parnes, Gardner no tuvo la intención de causar una controversia al elegir este método. "Gardner lo eligió porque creía que era más humano. No fue una cuestión de publicidad. Solamente lo prefería", señaló el abogado. La ejecución por fusilamiento fue eliminada de la ley de este estado en 2004, pero Gardner pudo elegir ese método porque fue sentenciado a muerte en 1985.
Los dos anteriores que elegieron este modo de ejecución también fueron en Utah, el único estado que lo mantuvo legal para que el condenado eligiera entre inyección letal y disparos. Gary Gilmore, el 17 de enero de 1977 y John Albert Taylor, el 26 de enero de 1996.
Al contrario de Gardner, Taylor, el último ejecutado por disparos, decidió morir de esta forma para avergonzar a las propias autoridades. Según los recuentes históricos, de las 49 ejecuciones que se han realizado en Utah desde 1850, 40 han sido por fusilamiento.
Otros cuatro presos de los diez que están sentenciados a pena de muerte en este estado, Ron Lafferty, Ralph Leroy Menzies, Troy Michael Kell y Taberon Dave Honie, han elegido el fusilamiento para su ejecución.
Utah no es uno de los estados donde se llevan a cabo más ejecuciones. Desde 1976 sólo ha habido siete, sin embargo, su escasa población hace que se sitúe en el puesto número 19 en ejecuciones per cápita.
Según señalan cifras del Centro de Información de la Pena de Muerte (CIPM), con la ejecución de Gardner suman 1.217 los asesinos que han sido ejecutados en Estados Unidos desde que el Tribunal Supremo restableció el castigo en 1976. De ese total, más de un tercio han sido ejecutados en el estado de Texas, el que más aplica este castigo.