BILBAO. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, opina que el plan de educación para la paz aprobado ayer por el Gobierno vasco es un "instrumento político al servicio de la imagen del Lehendakari" que ha sido presentado sin "el respeto debido al Parlamento vasco" ni a la comunidad educativa.

Urkullu hace estas afirmaciones en un artículo publicado hoy en su blog bajo el título "Cuando detrás del mensaje no hay nada" en el que también reflexiona sobre el "despliegue mediático" con el que se presentó ayer este plan y muestra su deseo de que su puesta en marcha "sea algo más que enviar a 150 periodistas el primer día de su aplicación a algún centro educativo cuidadosamente seleccionado".

El dirigente nacionalista repasa otros anuncios del Gobierno vasco en materia de Educación, como el plan "Eskola 2.0" o su apuesta por el trilingüismo -que para Urkullu es un "eufemismo" que "realmente esconde un intento de diluir el euskera"- y afirma que en todo ello se han producido "muchas palabras pero cero desarrollo" con "cero recursos y cero resultados".

De ahí que dude ahora de la puesta en marcha de este plan de educación para la paz -denominado Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia- que, según ha indicado, "ha generado mucha tensión en la comunidad educativa".

Aunque insiste en que no es su plan, sí reconoce que las aportaciones de su grupo han hecho que el texto final resulte mejor que el planteamiento original.

"Esperemos que esta vez haya recursos, haya un método y se cuente -de una vez por todas- con la comunidad educativa. Si no...

asistiremos a una nueva entrega de esto a que tan acostumbrados nos tiene el Gobierno del Lehendakari López, de que el mensaje es lo único que tienen", añade Urkullu.

De momento lo único que me ha quedado claro es que mal comienzo está teniendo cuando un tema tan importante y sensible se utiliza como instrumento político al servicio de la imagen del Lehendakari López y sin ningún rubor por la falta de respeto institucional", considera.

El presidente del PNV se pregunta si no sería mejor "estar callado en cuanto a vaticinios arriesgados" de que el fin de ETA está cerca y critica el discurso "tópico" sobre la necesidad de hacer este plan de educación "porque los demás no lo hicieron, o no lo hicimos".