vitoria. El lunes, un presidente del PNV, en este caso Iñigo Urkullu, visitará por primera vez la sede que el PP tiene en Bilbao, donde le estará esperando Antonio Basagoiti. Hasta ahora, los pocos encuentros que han celebrado estas dos formaciones se habían celebrado en Sabin Etxea o en un lugar neutral, pero Urkullu, a las nueve y media de la mañana, romperá esta tradición.

El objetivo es claro. Aunque estas dos formaciones aparezcan la mayoría de las veces como adversarios antagónicos, lo cierto es que en ocasiones encuentran en el terreno económico puntos en común que ahora pretenden estudiar para analizar si pueden llegar a acuerdos desde los que afrontar las medidas de recorte del déficit que propone el Gabinete Zapatero y que ambos partidos han rechazado en el Congreso de los diputados haciendo más profunda la soledad del líder socialista. De hecho, ya hace un mes y medio, Urkullu y Basagoiti mantuvieron una primera reunión -esta vez discreta y alejada de los focos que rodearán su cita del lunes- en la que pusieron las bases de este acercamiento de posturas y antes aún, al inicio de la legislatura, se citaron para analizar la propuesta de estabilidad institucional que dibujó el equipo jeltzale para proteger la aprobación de los presupuestos de las distintas instituciones vascas de la bronca política.

la postura del PP Ayer, el socio preferente del Gobierno Vasco en esta legislatura marcó su posición haciendo públicas las condiciones que ha puesto sobre la mesa para apoyar la ley de recortes del Gobierno Vasco, y que ya había esbozado durante el Pleno de la semana pasada en el que el lehendakari explicó su plan de lucha contra el déficit. Y algunas de ellas, según demuestra la respuesta que el PNV dio a la primera declaración de intenciones que hizo el lehendakari, coinciden para jeltzales y populares. "Ya le hemos dicho que debe mantener la inversión, reducir el gasto corriente y recortar drásticamente las empresas públicas", dijo al lehendakari el portavoz parlamentario del PP, Leopoldo Barreda. Si Lakua cumple, "habrá posibilidades de acuerdo", subrayó.

El Gobierno ha ido informando esta semana al PP de su proyecto de ley de recortes -que prevé aprobar en el próximo Consejo de Gobierno- en cumplimiento del compromiso adquirido con los populares.

Ayer, concretando públicamente, después de que Barreda preguntara a López sobre las medidas que se aplicarán a los funcionarios, el lehendakari respondió que no supondrán recortes "dramáticos" y explicó que espera ahorrar 99 millones de euros en 2010 mediante el recorte del 5% de la masa salarial de los trabajadores públicos, que en 2008 ascendió a 34.000 millones de euros, a los que hay que sumar otros 9.000 millones en concepto de prestaciones sociales. "No son cifras significativas -reiteró López con respecto a la rebaja programada- aunque sí tendrán un efecto contractivo". En cualquier caso, Barreda pidió a López que diseñe un paquete de medidas lo más adaptado a la realidad vasca, por sus características diferenciales, y porque "cuanto más lejos" se sitúe de la postura de Zapatero, "mejor".

una "ranchera" contra lópez En esta reclamación radica también una de las coincidencias que compartirán el lunes populares y jeltzales. Estos últimos controlan las tres diputaciones generales y durante los últimos días han pedido reiteradamente que el Ejecutivo cumpla su palabra y convoque de nuevo a los tres diputados generales y al presidente de Eudel para diseñar precisamente ese paquete de medidas específico para Euskadi.

En este sentido, el secretario general del PSE de Álava, Txarli Prieto, defendió ayer el plan de ajustes al tiempo que calentaba la negociación que deben mantener las instituciones vascas al calificar con sorna a los representantes forales como "tres tenores que se dedican de vez en cuando a cantar alguna ranchera" contra el Gabinete López.