CRACOVIA. La misa fúnebre en la Basílica de Santa María, ante la abarrotada Plaza Mayor de Cracovia, es oficiada por el cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, y el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo Jozef Michalik, y se puede seguir desde el exterior en grandes pantallas.
Además de Marta, hija única del matrimonio, Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del presidente, el presidente en funciones, Bronislaw Komorowski, y el primer ministro, Dolnald Tusk, entre los asistentes se encuentra el presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, uno de los pocos líderes mundiales que viajó a esta ciudad.
A Cracovia consiguieron llegar también los presidentes de Alemania, Ucrania y La República Checa, Horst Köhler, Viktor Janukovich y Vaklav Klaus, respectivamente, así como el presidente del Parlamento Europeo, el también polaco Jerzy Buzek.
Igualmente asisten al oficio la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite; el máximo mandatario de Letonia, Valdis Zatlers; y el primer ministro de Marruecos, Abbas El Fassi.
De las 98 delegaciones oficiales que habían anunciado su presencia en los funerales, tan solo 18 países han conseguido que sus altos representantes sortearan la nube de polvo volcánico para llegar a la histórica ciudad medieval polaca.
Unas 700 personas tienen cabida en la Basílica de Santa María, mientras la policía comunicó al comenzar los funerales que a sus puertas se habían concentrado ya mas de 90.000 fieles.
Tras el funeral, los restos del matrimonio Kaczynski serán trasladados en un cortejo fúnebre hasta el Castillo de Wawel de Cracovia, donde serán enterrados en una de las criptas de la catedral de San Estanislao y San Wenceslao en una ceremonia restringida a los familiares y a las personalidades más relevantes.
Posteriormente se celebrará una recepción en el mismo castillo de Wawel, donde las delegaciones oficiales tendrán ocasión de dar personalmente sus condolencias a la familia del matrimonio presidencial polaco.