ciudad del vaticano. El Vaticano aseguró ayer que los "ataques mediáticos" por los casos de curas pederastas han causado "indudalemente daño" a la Iglesia y que el modo en el que se afrontan "es crucial para su credibilidad moral".
Así lo manifestó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, que agregó que la autoridad del Papa y el compromiso de la Santa Sede para luchar contra esos abusos "salen robustecidas".
Lombardi afirmó que "no es una sorpresa" la atención prestada en los últimos días por la prensa internacional a los casos de curas pederastas denunciados en Europa junto a los ya conocidos de América del Norte, tras la publicación de la carta del Papa a los católicos de Irlanda, otro país donde se han registrado centenares de abusos sexuales a menores. "No es una sorpresa, ya que el tema tiene tal naturaleza como para atraer esa atención, y el modo en el que la Iglesia lo afronta es crucial para su credibilidad moral", señaló Lombardi.
El portavoz del Papa subrayó que aunque esos casos se produjeron hace incluso decenas de años, "reconocerlos y hacer enmienda ante las víctimas es el precio para restablecer la justicia y purificar la memoria, la que permite mirar con renovado compromiso, con humildad y confianza, al futuro". Según el portavoz, las respuestas que están llegando de las diferentes conferencias episcopales, entre ellas la de EEUU, sobre medidas para una correcta gestión y prevención de los abusos son una "buena noticia".
Lombardi señaló que en EEUU, las medidas preventivas puestas en marcha por la iglesia han propiciado un descenso del 30% de las denuncias de abusos, lo que demuestra -dijo- que la Iglesia de EEUU ha tomado "el camino bueno para renovarse".
Por otra parte, el diario vaticano L"Osservatore Romano publicó ayer unas declaraciones del cardenal de Westminster, Vincent Nichols, en defensa del Pontífice en las que aseguraba que "nadie ha hecho tanto" como Benedicto XVI en la lucha contra los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.
El cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, por su parte, reconoció que la Iglesia "a veces" ha callado en los casos de curas pederastas y que ha sido Benedicto XVI quien "ha roto" el silencio para atajarlos frontalmente. "Ya desde su época de cardenal, el Papa consideró la necesidad de nuevas reglas, más severas, que antes no existían, para afrontarlos.