No se entiende que cobrando un sueldo anual bruto de casi 78.000 euros (según datos del semanario Expansión) y ocupando la presidencia de la Comunitat Valenciana desde hace casi 7 años -ganó las elecciones autonómicas del 25 de mayo de 2003-, Francisco Camps, el líder del PP valenciano, sólo tenga como patrimonio una cuenta corriente con un saldo de 905 euros, otra compartida con un saldo total de 2.779 euros (a él le corresponden 1.389 euros) y el 50% de una vivienda ubicada en Valencia con un valor catastral de 110.339 euros, además de un viejo Saab 900 matriculado en 1995 y valorado en 1.500 euros. En conjunto, 67.272,5 euros, cuando, en teoría y desde que es presidente, debería haber ingresado más de 540.000.

Por tanto el gestor de los destinos de los valencianos o tiene un tren de vida muy alto (trajes de diseño sin facturas incluidos), o no tiene suerte en sus inversiones, o tiene todo a nombre de otras personas (testaferros), o no ha declarado la verdad porque, en teoría y al margen de sus bienes patrimoniales y líquidos, sólo declara tener un plan de pensiones solidario (compartido), a través de Aseval-Bancaja, por valor de 8.309 euros.

Así se desprende de su declaración de actividades y bienes patrimoniales que el Boletín Oficial de la Comunitat Valenciana publicó ayer, y en el que, además del de Camps, se recogen los patrimonios del resto de los 98 diputados de la Cámara autonómica, que ocupan un total de 412 páginas de la publicación.

la alcaldesa Pero si el caso de Camps es significativo, el de la alcaldesa de Valencia (y también diputada autonómica por el PPCV), Rita Barberá, es palmario. La regidora popular, con un sueldo anual reconocido (Expansión dixit) de algo más de 90.000 euros, declara no tener en propiedad ningún bien inmueble y sostiene que cuenta con un activo de bienes no inmuebles de 295.000 euros, en títulos de valores de Banco de Valencia, Banco Santander, BBVA, Telefónica, Iberia, ACS, Española del Zinc, además de dos planes de pensiones en Bancaja, una imposición a plazo fijo, un fondo de inversión y cuentas corrientes. La primera edil también ha de tener cuidado al conducir puesto que declara tener un vehículo Lancia Delta V-2802, del que dice que desconoce el valor ya que tiene más de 21 años. O no conduce nunca, o siempre va en coche oficial. Además tiene un préstamo personal de 12.000 euros.

Teniendo en cuenta que Barberá lleva 19 años al frente del tercer ayuntamiento en importancia de España, y que, en teoría, sus ingresos brutos totales deberían haber rondado los 1,5 millones de euros, no se explica que, en la actualidad, su patrimonio se reduzca a menos de 300.000 euros.

La misma historia se repite en la mayoría de los gestores públicos de Valencia. El vicepresidente primero y conseller de Industria, Vicente Rambla, dice disponer de bienes inmuebles por un valor catastral total de 279.586 euros, referidos, en concreto, al 50% de una vivienda en Valencia, adquirida en 1997, y otra en 1992, en Gerona, así como a la donación familiar, de una vivienda y un garaje y el 50% de un local, todo en Castellón. Respecto a los bienes no inmuebles, declaró contar con 10.936 euros, en dos cuentas corrientes en Bancaja y La Caixa, un Volvo y una moto Aprilia. Rambla, señaló, además, que tiene una póliza de crédito y préstamo hipotecario, ambos en Bancaja, por valor de 35.239 euros.

El vicepresidente segundo y conseller de Economía, Gerardo Camps, ha sido algo más previsor. Declara ser propietario del 50% de una vivienda y un inmueble urbano de otro tipo, además de ocho viviendas y nueve locales por donación familiar, con un valor catastral conjunto de 434.732 euros. Además, dispone de un activo no inmueble por valor de 67.332 euros, en dos cuentas en el Banco Valencia y una en La Caixa, un Fondo Valencia Renta en Banco de Valencia, un plazo fijo en La Caixa y mutualidad general de la Abogacía, además de un vehículo de la marca Volvo, un Mercedes y una moto Yamaha. En el pasivo se refleja un préstamo hipotecario en el Banco Valencia por 56.734 euros.

El más sincero parece ser el vicepresidente tercero y conseller de Bienestar Social, Juan Cotino, quien declara tener un total de 1,8 millones de euros en bienes y activo de valor no inmobiliario, que concreta en cuenta corriente, obligaciones y preferentes, todo en Bancaja, además de acciones en Banco de Valencia, SAT L"Alqueria número 3697, Pomafer S.L., Alquería Dolores S.L., Inverseco S.L., y planes de pensiones en Bancaja y Mapfre.

Finalmente el ex secretario general del PPCV (separado del cargo por su vinculación con Gürtel), Ricardo Costa, declara bienes inmuebles con un valor catastral de 240.938 euros, de dos viviendas (una en Castellón y una en Valencia) y de otro inmueble urbano en la capital del Turia. Sus bienes no inmobiliarios, cifrados en 171.005 euros, incluyen un automóvil BMW de 53.300 euros; cinco cuentas bancarias con saldos que oscilan entre los 9,94 y los 1.659 euros, y fondos y planes de inversiones.