MADRID. Durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, señaló que "el incremento" en el número de radares que controlan la velocidad de los conductores en las carreteras "ha de hacerse poco a poco" y "no puede ser un crecimiento ilimitado", por lo que abogó por poner un tope relacionado con los kilómetros de carreteras.
"Nos gusta el mensaje de que, en un momento dado, si quieres más radares vas a tener que quitarlos de un sitio para ponerlo en otro", subrayó. Actualmente, hay alrededor de 520 puntos de control fijos en las carreteras. El objetivo marcado por el Plan Estratégico Nacional de Seguridad Vial 2004-2008 era alcanzar la cifra de 2.000 radares para 2012, lo que incluiría tanto radares fijos como móviles.
Asimismo, Navarro señaló que se siente "cómodo" con que haya un radar "en una recta de una autovía", porque la función de los puntos de control es precisamente que "las velocidades se cumplan" y "no tiene sentido" instalar un radar fijo en una carretera secundaria con una circulación por debajo de los 6.000 vehículos.