MADRID. En un comunicado, los controladores españoles, que trabajan actualmente para otros proveedores de navegación aérea europeos, muestran su solidaridad con sus colegas de AENA y destacan que sus condiciones laborales y sociales son "globalmente bastante parecidas" a las suyas, "contrariamente a como se quiere hacer creer".

Por tanto, se niegan a "ser utilizados para presionar" a sus colegas españoles -a los que "de manera injusta se está atacando y comparando errónea aunque interesadamente" con los controladores europeos-, ni para desinformar a la opinión pública.

Asimismo, recalcan que no sólo no se prestarían a sustituirlos, sino tampoco lo harían como "controladores de bajo coste, como venimos escuchando últimamente", ya que "para eso nos quedamos donde estamos".

Al mismo tiempo, manifiestan su sorpresa por ver incluida su contratación inmediata en caso de una huelga del personal de AENA, "ya que ni nosotros (ni los no españoles) hemos recibido ninguna propuesta de trabajo" por parte del gestor aeroportuario o del Gobierno español.

Dado que tienen contratos en vigor con sus proveedores, los plazos estipulados en el plan de emergencia "no se ajustan a la realidad" y "en ningún caso sería posible hacerlo de forma masiva como se está informando".

Para este grupo de controladores, las soluciones drásticas a las que ha recurrido el Gobierno español, aprobando el pasado viernes un decreto-ley para regular al sector, tienen su origen en el retraso con el que se ha incorporado a la legislación española la directiva comunitaria de licencia única de controlador de tránsito aéreo.

España lo ha hecho con tres años y medio de retraso en octubre de 2009, mientras que la contratación de profesionales por parte de los proveedores es un hecho en países como Reino Unido, Holanda, Bélgica, Alemania, Austria, Suiza, Dinamarca o Suecia, entre otros, desde 2006.

Los controladores europeos consideran su posible incorporación a la plantilla de AENA "beneficiosa para todos", porque "al margen de nuestra excelente preparación y probada experiencia en espacios aéreos muy complejos, también supondría un considerable ahorro en tiempo y en costes de formación".

Aunque su intención es de contribuir positivamente a paliar en parte el déficit de profesionales del control del que llevan tiempo haciéndose eco los sindicatos de controladores en España, consideran que es labor de sindicatos y empresa garantizar que su incorporación se haga con las mismas condiciones laborales que tengan sus homólogos de AENA.