vitoria. La extensa polémica que ha acompañado al caso Ibarretxe desde su alumbramiento ha seguido la misma tónica en su deceso. El respeto del Partido Popular a la decisión del Tribunal Supremo de archivar el caso no ha sido óbice para que los dirigentes de esta formación, que denunció ante los tribunales las reuniones de los dirigentes jeltzales y socialistas con miembros de la izquierda abertzale, mantengan sus elogios a los jueces responsables de aquel procesamiento.

En esta línea, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, valoró ayer la "valentía" de los citados magistrados por "no plegarse ante los poderosos". Tras las consideraciones del PNV, que indicó que el fallo "debe servir" para que el actual presidente del TSJPV, Fernando Ruiz Piñeiro, "no pueda ser reelegido", el PP ha preguntado al partido presidido por Iñigo Urkullu "si quiere jueces sumisos y que siempre se plieguen a los poderosos".

Oyarzábal aseguró que su partido prefiere jueces "valientes como éstos" que "tuvieron la gallardía" de enjuiciar al lehendakari y a otros dirigentes políticos "porque creían, y así lo argumentaron, que se había cometido una actuación irregular". En su opinión, "aquellas fotos y abrazos con dirigentes de Batasuna, que hoy están en la cárcel porque los jueces han dicho que está demostrado que pertenecían a la banda terrorista ETA, legitimaron a Batasuna y a sus posiciones". Por ello añadió que desde entonces "las cosas están cambiando porque se cambió aquella política del abrazo con los batasunos, que era un error, y los socialistas han rectificado y ahora coinciden con nosotros en que la mejor política antiterrorista es la que trata de deslegitimar a los terroristas en todos los frentes".

Esas actuaciones de partidos políticos y administraciones públicas situarán a la izquierda abertzale "en un callejón sin salida", según Oyarzábal, quien añadió que "si conseguimos que finalmente no estén en los ayuntamientos, estaremos más cerca del final de ETA", argumentó el dirigente popular.