Los gatos, cuando los observamos en su comportamiento habitual, muchas veces nos sorprenden con actitudes y gestos muy particulares y aparentemente extraños. Si convives con uno, o con varios,es probable que a veces le hayas cazado que en una exploración rutinaria de su entorno de repente se queda quieto, como paralizado y ausente, deja la boca entreabierta con una aparente expresion entres pasmo y sorpresa. Pasado unos segundos vuelve a la vida y reanuda sus exploraciones como si nada.

No, no le ha dado un parraque, no hay que vigilarlo con mucha atención ni llevarlo al veterinario. Sólo está olfateando, oliendo algo sumamente delicado e interesante. Una vez acabado el análisis, sigue a lo suyo con normalidad.

Esta llamativa reacción, o más exactamente, este momento de concentración intensa, está plena y minuciosamente documentada. Se conoce como el reflejo de Flehmen y no es otra cosa que una activación intensa de su esfuerzo por capturar, oler y evaluar sustancias olorosas nada o poco volátiles.

Boca abierta y mirada algo perdida suele ser señal de intensa concentración olfativa. Freepik

En determinadas circunstancias, mientras van explorando los rincones olisqueando e investigando todos, se encuentran con algo que necesita un examen más minucioso, por lo que aspiran por la boca en lugar de por la nariz y mueven la lengua para dirigir el aire hacia el órgano de Jacobson.

También conocido como órgano vomeronasal, se encuentra entre el paladar y las fosas nasales de los gatos y, a través de este reflejo, de este gesto aspira el olor en la boca y usa su lengua para moverlo hacia este hacia el fondo de su boca. De esta forma, los felinos, y otros mamíferos, como los caballos o las cabras, por ejemplo, son capaces de analizar cualquier olor que capte su atención. Y por regla general lo emplean para analizar las feromonas que pueden encontrar en residuos de sus semejantes, especialmente en la orina. De esta manera pueden saber si el que ha pasado por ahí es un macho competidor en plena efervescencia hormonal, una hembra en celo o no y otros datos que les den pistas sobre qué se pueden encontrar, si les interesa buscarlo o mejor lo esquivan.

En qué consiste el reflejo de Flehmen

Este órgano de Jacobson se encuentra en el hueso vómer, entre la nariz y la boca, de ahí lo de vomeronasal, y es básico para los controlar sus instintos de caza y reproducción ya que es uno de los encargados de recibir la información del entorno.

Así que cuando vemos que nuestro gato olisquea algo y mantiene la boca medio abierta con una actitud muy reconcentrada, lo que está haciendo es crear un mecanismo de bombeo de aire que hace que los olores lleguen directamente al órgano de Jacobson y permitir la absorción de las feromonas.

Por eso es normal ver este comportamiento en los gatos de casa cuando olfatean la ropa o los muebles, están captando los olores a través de la boca para llevar las partículas químicas hacia su órgano de Jacobson y determinar qué es eso y si la información es relevante o no.

Ya hemos dicho que los gatos no son los únicos que llevan cabo esto tipo de olfateo. Los caballos y las cabras hace lo mismo retrayendo, como si sorbieran un liquido. También los perros, aunque su mecanismo es un tanto distintos, ellos llegan a lamer la orina de otro perro para dirigir estas feromonas hacia su propio órgano vomeronasal. Quizá haya que pensarse lo de que nuestro perro nos lama la cara o las manos.