Miles de vecinos de Vitoria se han acercado al parque de Arriaga y al barrio de Judimendi para celebrar alrededor del un gran fuego la noche más mágica del año, la noche de San Juan.
En una tarde que amenazaba fuertes tormentas, el tiempo ha respetado el trabajo de cientos de personas que han organizado las hogueras y la lluvia no ha hecho apenas acto de presencia.
Por lo que el encendido de las hogueras ha sido todo un éxito de organización y de público.
Había nervios, muchos nervios y emoción después de dos largos años de parón. Pero la espera ha merecido la pena.
A media tarde los preparativos en Judimendi seguían adelante, a pesar de un cielo plomizo que cada vez se ponía más oscuro.
Sin embargo, las hogueras se han encendido y los vitorianos han podido acercarse a quemar mensajes escritos en papeles y todo tipo de apuntes de este largo año una vez finalizado el curso.
Y los más valientes y atrevidos no lo han dudado y han saltado las hogueras.
Desde esta noche, el barrio de Judimendi se llena de gente con muchas ganas de volver a recuperar las calles, los conciertos, las txosnas y los bares.