Mayo 2021. Pedro Sánchez tras la derrota del PSOE en la Comunidad de Madrid: “Los resultados son rotundamente malos, pero la izquierda en Madrid volverá. Estas elecciones están circunscritas a un territorio y a un determinado momento”.

Febrero de 2022. Pedro Sánchez tras la derrota del PSOE en Castilla y León (en un tuit): “Felicidades al PSOE _CyL por el gran apoyo recibido. Sois la alternativa”. Los socialistas han pasado en esta comunidad de ser primera a segunda fuerza, dejando siete procuradores por el camino con respecto a 2019.

Junio de 2022. Pedro Sánchez tras la derrota del PSOE en Andalucía: “El PP diseñó y planificó tres elecciones autonómicas para hacer creer en un cambio de ciclo que no es tal”.

A estas alturas del partido, me pregunto si o no se entera él o no me entero yo. ¿Quiere decir el presidente del Gobierno español que el Partido Popular ha sido capaz de ganar en tres comunidades autónomas por pura estrategia sin que haya una más que evidente pérdida de apoyo social al proyecto socialista?. ¿O quiere decir que el/la votante no sabe a lo que va cuando deposita su papeleta porque todo está magníficamente orquestado por el gallego Feijoó? ¿No será sencillamente que el PSOE ni vence ni convence en Madrid, Castilla y León y Andalucía?

Son, cada vez más, las dudas y la inquietud que me recorre el cuerpo cuando oigo hablar a Pedro Sánchez. Porque su llegada sí pretendía ser un cambio de ciclo que parece abocado al fracaso. Anuncios como la rebaja del IVA de la luz tan solo tres días después del batacazo andaluz demuestran que, efectivamente, el presidente socialista ha perdido conexión con la sociedad para la que está gobernando y no está sabiendo hacer la lectura correcta de lo que sucede a su alrededor.

El tiempo para unas nuevas elecciones generales está en cuenta atrás y el año 2023 empieza a estar peligrosamente cerca. Sánchez dice que agotará la legislatura. Supongo que será tirando de manual de resistencia, como reza su libro. Quizás el presidente Sánchez pueda permitirse resistir o morir. El resto no, por mucho que nos baje la factura de la luz.