Vas caminando tranquilamente por la calle, no tienes nada de lo que preocuparte y sabes hacia dónde te diriges. Pero de pronto, te encuentras con esa situación incómoda: un objeto tan cotidiano como perturbador yace apoyado contra la pared en la misma acera por la que caminas. Lejos de sucumbir a viejas supersticiones de inmediato, te surge una pregunta: ¿Qué hago? ¿Paso por debajo? ¿La esquivo?

No son pocos los que, por si acaso, prefieren evitar un comportamiento que según la leyenda atrae la mala fortuna y optan por rodearla. ¿Cuál es el origen de esta superstición? ¿Por qué creemos que caminar bajo una escalera nos traerá mala suerte?

A lo largo de la historia encontramos varias explicaciones para esta curiosa creencia, algunas tienen que ver con el mundo egipcio, otras con la religión, en concreto con el cristianismo, y otras con la época medieval. Sea cual sea el origen de esta superstición, lo cierto es que a día de hoy son muchas las personas que optan por no tentar al destino y se alejan de una escalera, evitan vestir de amarillo o esperan que algo horrible ocurra en un martes 13.

Los dedos de un hombre suben lentamente los peldaños de unas escaleras. Freepik

¿Cuál es el origen de esta superstición?

Teoría cristiana. A través de la historia se han encontrado algunas explicaciones que llevan a esta creencia, la primera de ellas proviene de la religión cristiana. Los cristianos consideran que lo que tiene forma de triángulo simboliza a la Santísima Trinidad, un dogma que afirma que Dios es un ser único que existe como tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Por tanto, se interpreta que la forma de la escalera apoyada contra la pared, que simula ser un triángulo, representa a la Trinidad y atravesarla sería sinónimo de profanarla. Esto podría invocar al demonio o declarar tu preferencia por él por ser una forma de irreverencia y un desafío a lo sagrado.

Las pirámides de Egipto. Otra de las teorías proviene del antiguo Egipto, lugar en el que las pirámides eran sagradas por ser templos para sus líderes políticos y espirituales. La forma triangular que forma una escalera abierta o una escalera apoyada contra una pared recuerda a esas construcciones consideradas sagradas, por lo que si alguien camina debajo de ella se podría considerar como un atentado a los dioses egipcios.

La horca del Medievo. Otras versiones apuntan al Medievo. En primer caso tiene que ver con que el espacio que queda bajo la escalera evocaría a la parte inferior de una horca. Por ello, se creía que pasar por ahí era atraer a la muerte, ya que estabas invadiendo el espacio donde estaban los espíritus de las personas que habían sido ejecutadas.

La segunda de las teorías, también en relación con la horca, tiene origen en los accidentes que ocurrían al utilizar escaleras para descolgar los cadáveres, ya que muchas veces estos caían sobre los distraídos que decidían caminar por debajo en el momento de la ejecución.

Evitar la "maldición"

Toda maldición trae consigo una fórmula para deshacerla y librarse de ella. En este caso, los supersticiosos apuntan a que si has pasado por debajo de una escalera y quieres librarte de sus consecuencias, debes volver sobre tus pasos, o también puedes esperar a ver un cerdo volando para que arregle la situación.

Lejos de supersticiones, la mejor creencia es el sentido común, que nos dice que quizá no sea buena idea pasar por debajo de una escalera por si se caen los objetos que tiene encima o se desploma el artilugio en cuestión.