Al haber caído eliminado el Baskonia de forma prematura en cuartos de final de la ACB contra el Joventut, se espera un verano largo en las oficinas del conjunto gasteiztarra, habituado en las últimas campañas a cerrar buena parte de sus fichajes una vez los clubes con mayor presupuesto del continente han completado sus plantillas.

En cualquier caso, la dirección deportiva encabezada por Félix Fernández y Alfredo Salazar ha demostrado durante muchos años tener capacidad de sobra para acertar con los fichajes y crear plantillas competitivas, por lo que eso no debería ser una preocupación.

Lo que sí que les ha costado más en los últimos tiempos es retener a sus mejores jugadores, intentos que en la mayoría de ocasiones quedan en agua de borrajas ante la pujanza de interesados con mayor músculo económico.

El año pasado, el Baskonia trató de retener a Baldwin y no pudo ante la suculenta oferta del Maccabi Alex Larretxi

En la última década, la plantilla azulgrana se ha visto obligada verano tras verano a reemplazar al menos a una de sus estrellas, bien por su negativa a renovar, bien por la naturaleza vendedora de la entidad alavesa.

Hace un año, sin ir más lejos, el club perdió a sus dos activos más importantes, o al menos los que mejor rendimiento ofrecieron a lo largo de la temporada. Aunque tanto Félix Fernández como Joan Peñarroya mostraron su firme deseo de mantener a Baldwin en nómina a principio de verano y el club le hizo una oferta para seguir en Vitoria, el base estadounidense terminó decantándose por la cuantiosa oferta del Maccabi Tel Aviv.

El club tuvo que reaccionar a esa marcha renovando por completo su juego exterior y no se esperaban más salidas dolorosas en el verano hasta que llegó la oferta de los Utah Jazz por Simone Fontecchio. El alero italiano, llamado a ser una de las piedras angulares del nuevo proyecto, abonó su cláusula de salida a la NBA, una oportunidad irrechazable para él. También salió otra pieza importante como Alec Peters, aunque en este caso el Baskonia tampoco hizo demasiados esfuerzos por retener al tirador norteamericano.

Escenario complicado

Este verano, Darius Thompson, Markus Howard y Rokas Giedraitis son el centro de las preocupaciones de los aficionados. Thompson ha sido esta campaña el eje sobre el que ha girado todo el juego del equipo y se ha convertido en uno de los bases más cotizados del Viejo Continente.

El haber entrado en el segundo mejor quinteto de la Euroliga y haber sido elegido como mejor base de la fase regular de la ACB no ha hecho más que aumentar el interés de clubes como el Fenerbahce, la Virtus Bolonia o el Armani Milán, que han preguntado por él. Tiene contrato por un curso más, pero su clásula, de algo más de 500.000 euros, es asequible para los equipos punteros de la Euroliga y el Baskonia está intentando renovarlo y aumentar esa cláusula.

Similar es la situación de Howard, uno de los que mejor cartel tiene de la plantilla tras su gran temporada, aunque su irregularidad en algunos tramos, sus carencias defensivas y su pasaporte extracomunitario harán que los interesados se lo piensen dos veces antes de lanzarse a por él.

Tampoco es fácil que siga Giedraitis, aunque en este caso su elevada ficha es el mayor obstáculo en el verano en el que termina contrato. En caso de que siga, tendrá probablemente que aceptar una rebaja en sus emolumentos. Pretendientes no le faltarán como agente libre.

Markus Howard ha firmado una notable temporada en el Baskonia en su debut en Europa Iñigo Foronda

Otras salidas dolorosas

Los precedentes, en cualquier caso, no invitan al optimismo con las actuales estrellas azulgranas, ya que las de Fontecchio y Baldwin no son las únicas marchas importantes de los últimos años. En el curso 2020-21 el equipo perdió a Luca Vildoza antes incluso de que terminara la temporada, ya que el argentino se marchó rumbo a los New York Knicks de la NBA, y una vez llegó el verano dos referentes baskonistas como Pierria Henry y Achille Polonara aceptaron las irrechazables ofertas económicas del Fenerbahce, donde ninguno de los dos logró triunfar.

Pierria Henry y Achille Polonara aceptaron las irrechazables ofertas económicas del Fenerbahce para salir del Baskonia en 2020 Jorge Muñoz

El curso 2019-20 fue el del adiós del capitán Tornike Shengelia tras seis temporadas en Vitoria-Gasteiz y después de haberse proclamado campeón de la ACB, rumbo al CSKA de Moscú.

También se marchó otro de los jugadores importantes del título liguero como es Shavon Shields, convertido desde entonces en pieza funamental del Armani Milán de Ettore Messina. Un verano antes, en 2019, el Baskonia no pudo evitar la salida de Vincent Poirier rumbo a la NBA y también tuvo que despedirse de Darrun Hilliard y Johannes Voigtmann.

Shengelia, durante su última temporada con el Baskonia, durante un partido ante el Real Madrid Iñigo Foronda

El verano de 2018 fue quizás uno de los más tranquilos de la historia reciente de la entidad gasteiztarra, con la marcha de Rodrigue Beaubois como única despedida realmente dolorosa de una plantilla a la que se intentó dar continuidad.

2017 fue el año del adiós de Adam Hanga y Shane Larkin, 2016 el de Mike James, Darius Adams y Davis Bertans, 2015 el de Fabien Causeur...

Eso sí, también ha habido sorpresas en la dirección opuesta como la continuidad de Giedraitis en 2021 cuando hasta en el propio club lo daban por perdido. A casos como ese se aferrarán quienes deseen mantener la columna vertebral del equipo este verano.