El once de Luis García presentó ayer dos novedades importantes. Benavídez, que no era titular desde el pasado 11 de marzo en el empate ante el Lugo en Mendizorroza, y Abde fueron titulares en el Estadio Gran Canaria. A la hora de la verdad, el uruguayo cumplió con mejor nota que un argelino bastante desdibujado y que no generó prácticamente nada de peligro.

El plan de encuentro del técnico madrileño estaba claro. Un bloque disciplinado que renegaría de la posesión para darle la iniciativa al Las Palmas en busca de algún contragolpe aprovechando la velocidad de dos cuchillos como el citado Abde y Rioja por las dos bandas. La idea era que el partido transcurriera sin excesivos sobresaltos, que el cuadro insular fuera perdiendo frescura y meter alguna marcha más con el paso de los minutos en pos del gol que supusiera el ansiado ascenso directo.

Benavídez estuvo a la altura de lo esperado y fue de las notas positivas. Pese a que recibió una amarilla al filo del descanso, fue el ancla que necesitaba el Alavés para destruir el fútbol amarillo y desbarató muchas acciones peligrosas. Un nuevo peón que gana Luis García de cara a las eliminatorias por el ascenso en la zona ancha, donde en los últimos tiempos Blanco, Salva Sevilla y Moya habían acaparado todos los minutos.

Lo cierto es que el Glorioso dio la cara de forma notable y en varios tramos de la segunda mitad metió el miedo en el cuerpo a la afición insular. Sobre todo con esa inmejorable ocasión de Villalibre en un mano a mano ante Vallés que el delantero de Gernika desperdició tras un infantil lanzamiento con la izquierda. El Alavés tuvo muchas llegadas tras el descanso, pero unas veces por la seriedad de la defensa local y otras por la falta de clarividencia de sus hombres ofensivos se le escurrió la gloria de las manos. También tuvo varios saques de esquina para crear peligro en el juego aéreo pero le faltó punch para dar el golpe de gracias a un Las Palmas que, por otro lado, arriesgó lo justo y no inquietó en exceso a Sivera más allá del vértigo del habilidoso Sandro.