No será fácil olvidar a Joselu, eso es evidente. El delantero gallego, máximo referente ofensivo del conjunto babazorro en las últimas temporadas en Primera División, seguro que generó un sentimiento un tanto nostálgico ayer antes de la visita al Leganés a algún que otro alavesista, ya que marcó su primer gol oficial desde hace mucho tiempo con una camiseta distinta a la del Glorioso. La responsabilidad recaía dos horas después en Miguel de la Fuente, el hombre que ha heredado su dorsal en el Alavés, el nueve. Y, a pesar de la responsabilidad que conlleva ese significativo número, no decepcionó.

El delantero vallisoletano, en su regreso a Butarque tras su paso por el Leganés, no dejó escapar la primera ocasión que tuvo de perforar la portería. Su primera ocasión llegó en el minuto 19, con un centro desde el flanco izquierdo de Javi López. Miguel de la Fuente no era el receptor de ese envío, pero, de alguna manera, Nyom desvió el centro en el primer palo, el balón superó por encima a Omeruo y cayó en la imantada bota derecha de Miguel, que de primeras fusiló a Dani Jiménez, sin dejarle ninguna opción de detener el disparo. No celebró el tanto por respeto a su exequipo, pero no fue capaz de esconder una sonrisa que denotaba su alegría.

Sin embargo, no se conformó con ello y siguió acechando la portería pepinera, sin rehuir del contacto con los centrales. No se dejó intimidar por el poderío físico de Nyom y Omeruo, siguió atacando con la mirada puesta en la meta defendida por Dani Jiménez y cerca estuvo de conseguir el segundo a la media hora de juego, cuando logró controlar otro centro desde el lado izquierdo y armar el disparo con la zurda, aunque su envió se marchó rozando la red. Incansable en la presión arriba, no dejó de crear sensación de peligro cuando entró en contacto con el balón, aunque la zaga rival, con la lección aprendida, no le hizo más concesiones. El cansancio, lógico en estas alturas de la temporada, le fue pasando factura con el paso de los minutos y Luis García Plaza no tuvo más remedio que sustituirlo por Sylla a 20 minutos para el final, justo después de encajar el empate.

ENTRAR Y BESAR EL SANTO

Parecía que con Miguel de la Fuente fuera del césped el Alavés perdía pólvora en su punta de ataque, pero nada más lejos de la realidad. Al nueve le sustituyó el siete, y su efectividad fue la misma, e incluso mayor. Estaba todavía celebrando el empate el Leganés cuando Sylla pisó el área, recibió un balón filtrado de Abde Rebach y con un control orientado rapidísimo se zafó de Nyom y cruzó el balón con su pierna derecha al palo largo, allí donde Dani Jiménez no podía llegar. Primera oportunidad, primer tanto.

Con lo logrado al poco de entrar en el terreno de juego, que sirvió para que el Alavés pudiera sumar el triunfo, Sylla se podía dar más que satisfecho, pero siguió trabajando y a punto estuvo de redondear su actuación con una asistencia gracias a un gran envío a Javi López con el que el canario no fue capaz de sentenciar el encuentro.

Es cierto que la temporada no ha hecho más que empezar y que será difícil mantener el nivel de acierto de cara a portería mostrada por Sylla y Miguel en el día de ayer, pero desde luego difícilmente podrían haber empezado de una manera mejor la temporada los dos arietes babazorros, cuyas prestaciones la pasada campaña y durante la pretemporada no auguraban grandes cifras este curso. De hecho, uno de los objetivos de la dirección deportiva albiazul de aquí a que termine el mercado de fichajes es el de reforzar la delantera con un nueve capaz de sumar muchos tantos a lo largo de la campaña, una figura muy necesaria en una categoría como la Segunda División. Sylla y Miguel son conscientes de ello y ayer enviaron un claro mensaje: “¿Hace falta gol? Aquí estamos”. Tal vez ese delantero que busca el club esté ya en casa. El tiempo lo dirá.

Luis García Plaza: “Los chavales se lo han currado”

Precaución. El técnico babazorro, Luis García Plaza, terminó satisfecho con su estreno al frente del banquillo alavesista, aunque quiso evitar generar exceso de optimismo tras el triunfo. “Es importante empezar ganando, sí, pero esto no ha hecho más que empezar, no podemos sacar conclusiones todavía. La Segunda División, como bien saben mis compañeros, es complicadísima y todavía es muy pronto para decir si podemos pelear o no por el ascenso”, afirmó el entrenador madrileño, que insistió en que “hay que esperar al 30 de agosto para valorar la plantilla”. En cualquier caso, se mostró “muy contento con el trabajo de los chavales”, que “se lo han currado y han merecido ganar”, triunfo que espera que sirva para “dar un paso adelante en mentalidad”. Por último, también destacó la positiva aportación de los hombres que entraron desde el banquillo y de los canteranos, que “estuvieron muy bien y ojalá puedan seguir aportando durante la temporada”.