Aunque avalada por los resultados, la marcha de Javi Calleja generó un sentimiento de pena y agradecimiento entre los seguidores babazorros, quienes, en todo momento, fueron conscientes de que el técnico madrileño lo había dado todo durante su etapa en Mendizorroza. Sin embargo, ese afecto no solo lo tuvo la afición y también fue protagonista en el vestuario, donde los futbolistas albiazules compartieron buenos momentos pese a la delicada situación que les había acompañado a lo largo de la primera vuelta.

Así lo explicó este lunes Manu García, que, en su paso por el programa Tercer Tiempo de Movistar Plus, no dudó en recordar a su exentrenador: "Es complicado encontrar una razón a los malos resultados. Creo que merecimos sumar más puntos en algunos partidos, pero nos metimos en una mala dinámica y de ahí no es nada fácil salir. Realmente, no sé qué pudo salir mal, no obstante, le deseo lo mejor a Javi porque todos estábamos encantados con él. Sobre todo, aquellos compañeros que ya vivieron la permanencia de la temporada pasada".

Posteriormente, el centrocampista asturiano también habló de Mendilibar y, en sus diferentes respuestas, la palabra "exigencia" fue la más repetida. "Es un míster que demanda el máximo de todos sus jugadores. Por ello, yo también estoy apretando para entrar en sus planes y, de esta manera, poder ayudar al Glorioso a mantenerse en Primera División", admitió.

Además, cuando le preguntaron por su posición preferida, el ovetense se mostró dispuesto a jugar "donde decida" el de Zaldibar, aunque, eso sí, a poder ser siempre alrededor del balón. "Yo me siento cómodo sobre el verde, me da un poco igual si es en el centro o en la banda. Respecto a los entrenamientos, Mendi está intentando que mejoremos como futbolistas, y eso está bien, a través del trabajo y de la entrega, dos características fundamentales para cualquiera que persiga jugar en la máxima categoría. No solo vale con tener buen manejo de balón", apuntó.

Para finalizar, Manu tuvo tiempo de echar la vista al pasado y rememorar cómo fue su primer paso por el Alavés: "Llegó demasiado pronto esa llamada, probablemente. Tenía 18 años recién cumplidos y no pude debutar, pero, durante esos seis meses, formé parte de un grupo que hizo una gran campaña en liga y, además, llegó a la final de la Copa, lo que me hizo aprender mucho. Luego, en enero, sí que decidí que necesitaba minutos y por eso opté por salir".