Los técnicos de la Casa del Vino de Laguardia han confirmado que los calores de mayo y principios de junio han neutralizado totalmente el retraso que la viña acumulaba hace solo un mes y ya desde finales de mayo y a fecha de hoy se puede ver el viñedo en flor en prácticamente todas las áreas de viñedo de Álava, tanto en Rioja Alavesa como en la zona del Txakoli.

En estos momentos, en Rioja Alavesa, la mayor parte de las plantas ya muestran sus racimos con fruto junto a una vegetación exuberante y ello con un estado sanitario extraordinario.

Según el Servicio Foral de Enología y Viticultura, piral, polilla, acariosis y otras plagas muestran un desarrollo que se pueden considerar como normal y habitual. Respecto al mildiu, de momento los riesgos son limitados y algo mayores por el oídio, y, aún con la lógica prevención ya que las condiciones pueden cambiar de un día para otro, estos hongos con los tratamientos normales hasta la fecha están controlados. El estado fenológico más manifiesto en tempranillo, a día de hoy, es el de inicio de floración, aunque hay viñedos que están ya en plena floración y los más adelantados han llegado al cuajado. Por otro lado, la variedad viura, más tardía, está comenzando a florecer. Aunque existen riesgos de tormentas vespertinas, como la que alcanzó Labastida el pasado día 4 de junio, hasta el momento no ha ocurrido ningún fenómeno meteorológico que haya supuesto mayores inconvenientes para el desarrollo normal del viñedo.

Por su parte, en el valle de Ayala el viñedo se encuentra en su mayoría en plena floración, habiendo también algunos viñedos a mitad de cuajado. El adelanto del cultivo se estima en más o menos una semana. La sanidad es igualmente extraordinaria sin contrariedades que reseñar hasta el momento, aunque se empieza a notar el déficit de agua invernal.

Por su parte, la plataforma Garañango, que atiende a 5.700 agricultores del Rioja y a 9.230 de otras regiones, coincide al afirmar que la presente campaña “se está caracterizando por la ausencia de enfermedades fúngicas en el viñedo, la climatología ha acompañado y podemos asegurar que en general el estado sanitario de nuestros viñedos es muy bueno”.

Advierten, sin embargo, que “esto nos puede llevar a un estado de optimismo y despreocupación , ampliando los plazos entre tratamientos intentando un lógico ahorro económico”. Por ello avisan que “el oídio es una enfermedad endémica en D.O.Ca. Rioja, esto quiere decir que en mayor o menor medida aparecerá, y ya se han dado las condiciones para las primeras infecciones (Mazuelos aparte) en las variedades habituales”.

Una infección de oídio con el viñedo desprotegido por alargar los plazos entre aplicaciones hace “que todas las aplicaciones y dinero invertido anteriormente no sirva para nada . Si se quiere alargar más de dos semanas el intervalo entre tratamientos antioídio es interesante intercalar una aplicación a base de azufre, preferiblemente en polvo, y estar vigilantes ante los rocíos, ligeras precipitaciones y días nublados de luz tamizada”.