Abogó hace cuatro años por las mejoras en el Iradier, pero ha pasado la legislatura y no se ha intervenido cuando está a la vista esa esperada reforma del Teatro Principal.

–No se ha hecho nada como consecuencia de las nuevas prioridades que han ido surgiendo en la legislatura como consecuencia de la pandemia y la guerra en Ucrania. De vuelta a la normalidad, el Iradier Arena sigue siendo una prioridad. Primero, el Teatro Principal y segundo, apostar por el Iradier Arena como segundo centro cultural de Vitoria.

¿Será esta la legislatura en la que se encuentre ubicación al centro BIZAN de Judimendi?

–Los vecinos tienen razón y llevan muchos años reclamándolo. Estamos buscando un local de 700 u 800 metros cuadrados para tener un centro BIZAN en condiciones en Judimendi.

Ha completado su primera legislatura en la política municipal procedente de la iniciativa privada. ¿Cambia mucho la percepción al vivirla desde dentro?

–Lo más positivo ha sido llegar a alcanzar estos cuatro años cuatro acuerdos presupuestarios. Esa es la línea por la que voy a seguir apostando. Donde hay margen de mejora es en el apartado de la gestión administrativa siendo excesivamente garantistas en algunos temas. Por ejemplo, hay que facilitar la apertura de nuevos negocios porque eso genera riqueza y empleo para Vitoria.

Lo único seguro de estas elecciones es que de las urnas va a salir la primera alcaldesa de Vitoria. ¿Ha costado mucho llegar a este punto?

–Ha costado toda una vida. Lo importante es que la ciudad va a tener una alcaldesa, que ya viene siendo hora.

¿Contar con una alcaldesa garantiza unas políticas feministas en la ciudad?

–Como partido socialista sí que se garantiza una visión progresista, feminista, social y de izquierdas. – J. L. C.